En Barcelona, el Chat GPT ha sido el protagonista de la buena suerte de la administración número 11 de lotería de la capital catalana (situada en la calle de la Riera Blanca, 217, en el distrito de Sants-Montjuïc) -y también en el bar ‘O’Limia’, próximo al establecimiento. La administración que lleva el nombre de Molta merda 2015 ha repartido buena suerte en Barcelona vendiendo un total de 34 series del 45456, un quinto premio dotado con 6.000 euros por décimo; y lo ha hecho con la ayuda de un inesperado aliado como es el ChatGPT. En declaraciones recogidas por la ACN, Alejandro, uno de los afortunados, ha explicado que «pregunté a ChatGPT qué número saldría». La buena suerte de Alejandro será compartida con su familia, tal como ha explicado el mismo premiado. «Estoy muy contento. Lo compartiré con la familia», ha añadido el exultante premiado.
Los propietarios de la Molta merda y el O’Limia se muestran exultantes
La suerte la tiene que repartir alguien, y en este caso han sido Mari Sol, del bar ‘O’Limia, y Francesc Cuenca, propietario de la Molta Merda. «Lo más importante es que la hemos repartido, es lo que más ilusión me hace», ha señalado Mari Sol quien ha explicado que llegaron a un consenso sobre qué número de la rifa querían, un 45456 que les gustó. «Tenía fe de que saldría», ha asegurado. En el bar ‘O’Limia la celebración ha sido por partida doble, ya que uno de los premiados ha sido José Luis, una persona a la que Mari Sol le regaló un décimo después de sufrir un robo en el que le sustrajeron lo que tenía. «Ha sido un regalo, lo más importante es que yo no lo tenía», ha señalado un José Luis que ha asegurado que usará el dinero para comprar el mismo modelo de reloj que le compró su madre por su cincuenta cumpleaños y que fue sustraído durante el robo.
Por su parte, desde la administración de lotería han explicado que ha estado «muy repartido» y que muchos de los clientes compran el mismo número durante todo el año. «Hemos repartido la suerte», ha asegurado un Francesc Cuenca que ha explicado que cuando le llamaron para notificarle que había vendido el quinto premio pensaba que era por algo que había hecho mal; pensamiento que no se ha cumplido. «Es la primera vez que damos un premio por Navidad», ha añadido Cuenca.
