El avión del parque del Tibidabo, una atracción prácticamente centenaria, se encuentra muy deteriorado y será necesario realizar una «rehabilitación integral». Así consta en el informe del proyecto ejecutivo de la reforma de la instalación encargado por el conglomerado de empresas municipales B:SM -que gestiona el Tibidabo a través de la compañía Patsa- a la ingeniería Cotca y que ahora está en exposición pública. Se prevé que las obras se prolonguen durante unos ocho meses y costarán cerca de 1,3 millones de euros.
El avión es del año 1928 y se alza sobre un edificio principal de 1909 que, actualmente, «consta de tres plantas semisoterradas más un volumen de una sola planta sobre el nivel del suelo». Respetando los elementos originales, con valor histórico-arquitectónico, la reforma incluirá «una actuación en el ámbito estructural para reforzar y proteger los elementos que se encuentran en una situación más crítica debido a la corrosión y la oxidación». Según fuentes de B:SM, a lo largo de los años se han ido realizando intervenciones y restauraciones regularmente.
Actuaciones en la cubierta original
También se prevé la rehabilitación de las fachadas (con la reparación de grietas, de revocos, protección de elementos de acero expuestos a la intemperie…), actuaciones en la cubierta original para reparar y sustituir los elementos del sistema constructivo original «que han colapsado o han sido demolidos» y mejoras en la impermeabilización y acabados de esta. Además, se actuará en el resto de las cubiertas para mejorar la impermeabilización y la evacuación de las aguas y se repararán los voladizos.

Una réplica del primer vuelo entre Barcelona y Madrid
Según describe el informe y adelantó el Periódico, el edificio en el que se encuentra el avión, una réplica de la nave que realizó el primer vuelo entre Barcelona y Madrid en 1927, «presenta un estado de degradación generalizado e importante». Gran parte de los problemas que tiene la estructura están relacionados con construcciones «deficientes y obsoletas» y presentan, entre otros problemas, oxidaciones de las vigas de acero, grietas, goteras, una degradación generalizada y una falta de mantenimiento importante.
Por otro lado, tal como adelantó el TOT Barcelona en junio pasado, el parque también tiene previsto renovar la atracción más antigua del Tibidabo. Inaugurada en 1915, l’Embruixabruixes ha cambiado de nombre y ha sido transformada varias veces a lo largo del último siglo. Ahora, se realizarán trabajos de reurbanización e impermeabilización. Las obras se adjudicaron a finales de 2024 por un valor estimado del contrato de cerca de 833.000 euros.
El estreno de una caída libre de 52 metros
El verano pasado, el parque del Tibidabo estrenó una de las atracciones más esperadas, Merlí, una caída libre de 52 metros, con una capacidad para 24 personas por turno que ofrece una vista panorámica de 360 grados a medio recorrido. Con un presupuesto de unos 2,4 millones de euros, tiene forma de varita mágica, con una estrella en la parte superior, que se ilumina por las noches y se puede ver desde diferentes puntos de Barcelona.