Anna Lewandowska, esposa del delantero del FC Barcelona Robert Lewandowski, es una reconocida deportista y empresaria polaca y también es una enamorada de Barcelona, ciudad que, según dice, le ha cambiado la vida. Ahora, en una entrevista a Vanitatis, Lewandowska ha hablado de cómo ha sido su adaptación a Barcelona desde que llegó en el verano de 2022 procedente de Múnich, donde la pareja residió durante ocho años, y ha asegurado que le gusta todo de la capital catalana, pero lo que más le gusta es ponerse unas mallas y que la gente no la juzgue. «La ciudad en general. Me encanta pasear, la playa y el ambiente relajado. Aquí nadie te juzga por cómo vas vestido. Voy con mallas todo el día. Además, he empezado a bailar y me encanta», asegura.
La empresaria asegura que le encanta vivir en Barcelona, donde ha conocido «gente maravillosa y tengo un gran equipo de trabajo». «Vivimos cerca de la playa y paso mucho tiempo en la ciudad por trabajo», explica sobre su estilo de vida y el gimnasio que acaba de abrir enfocado en Pilates, Trib3, baile y cuidado holístico. «Estoy encantada», asegura, y remarca que es «un proyecto en el que he participado hasta en el interiorismo». Además, la esposa del delantero polaco dice que el objetivo de la pareja es quedarse en Barcelona, y «abrir más centros en Madrid y Barcelona». «Es una vida muy satisfactoria y estamos construyendo una casa», subraya.
Barcelona, una dinámica muy «diferente» de Múnich
Lewandowska mira atrás y subraya que los ocho años en Múnich vivieron una «etapa muy importante» de sus vidas porque nacieron sus hijas, y además pasaron allí la pandemia y tuvieron que enfrentar «momentos de salud difíciles», pero remarca que el sueño de su marido era jugar en LaLiga. Una de las diferencias que más ha notado desde su llegada a Barcelona es que la vida de los futbolistas y sus familias es más discreta y más integrada en la sociedad que en otras ciudades. «En Múnich, por ejemplo, nuestra rutina era muy estructurada: Robert entrenaría, las niñas a la guardería y yo trabajaba».
«No tenía muchos amigos, ya que la mayoría eran extranjeros», añade, y asegura que en Barcelona «es diferente». «Me recuerda mi etapa en el karate, porque me siento más libre», dice, y apunta que «aquí tengo distancia de los medios polacos y me puedo concentrar en mis objetivos». «Viajo mucho para mis eventos y proyectos, lo que me mantiene motivada», concluye. Aun así, admite que «a veces» extraña a su familia y amigos, pero afirma que están «muy conectados» y se ven «con frecuencia».
