Los casos de presuntos abusos sexuales en el colegio Jesuitas de Casp parecen no tener fin. Según ha adelantado el Periódico, se han presentado dos nuevas denuncias ante los Mossos d’Esquadra. Una de estas denuncias es de hace un tiempo, mientras que la otra es de la semana pasada.
Las denuncias que ha recibido la policía catalana han tenido lugar tras el estreno del documental La fugida. Algunas de estas denuncias afectan a otro colegio de los Jesuitas en Barcelona, el Sant Ignasi. En total, los nuevos casos que han llegado a los Mossos son cuatro.
La Compañía de Jesús publicó un informe en julio de este año, elaborado junto con el bufete de abogados Roca Junyent, en el que se afirmaba que constaban 145 denuncias, desde 1948 hasta la actualidad, contra 44 profesores, 29 de ellos religiosos jesuitas o exjesuitas. El Periódico cita a dos profesores, cuyos nombres no figuraban en el listado de presuntos agresores que los Jesuitas hicieron público en verano. Un exalumno asegura que sufrió tocamientos por parte de estos dos hombres.
«Condena rotunda»
Los Jesuitas han emitido un nuevo comunicado este jueves en el que reiteran su «condena rotunda a cualquier tipo de abuso» y el compromiso de crear entornos seguros y la reparación de todas las víctimas. En el texto, la Compañía de Jesús recuerda que en el informe de julio acordaron una serie de compromisos, como poner en conocimiento del Ministerio Fiscal cualquier denuncia que la compañía reciba sobre abusos cometidos en el pasado, así como revisar las reparaciones económicas a víctimas, entre otros.
El presidente de la asociación Antics Alumnes Casp, Marc Vizarro, ha lamentado todos los presuntos casos de abusos que han ido surgiendo y ha señalado que «toda esta situación es muy triste». «Afecta a muchas personas, sobre todo a las víctimas. Los antiguos alumnos debemos apoyarnos mutuamente porque ahora, más que nunca, hay que ayudar a las víctimas en todo lo que se pueda», ha añadido en declaraciones a Europa Press.
El pasado mes de junio se presentaron tres denuncias más que afectaban a los centros de Casp y Sant Ignasi, y por primera vez a los Jesuitas del Clot.
