El Gimnàs Social Sant Pau, situado en el barrio del Raval—distrito de Ciutat Vella—, alertó hace una semana que tendría que cerrar su servicio de duchas, que usan unas 200 personas sin techo a la semana, y aplicar un ERTE a 12 trabajadores porque no había cobrado una subvención de 200.000 euros del Instituto Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona. Según explicaron entonces desde el gimnasio en un comunicado, el consistorio se comprometió a pagarla a finales de septiembre. Pero no acabó pasando, a pesar de los avisos que se hicieron por parte del equipamiento.
Una semana después de lanzar este grito de alerta, la subvención continúa sin llegar. «El señor Albert Batlle, regidor de Ciutat Vella, dijo el pasado jueves que en 48 horas estaría resuelto. ¿Sabéis que el Ayuntamiento todavía no nos ha pagado?», ha denunciado el Gimnasio Social de Sant Pau a través de Twitter. También ha añadido que ha tenido que recurrir a alternativas para asegurar la continuidad de las duchas. «Pedimos donaciones ciudadanas por no cerrar las duchas esta semana», ha añadido a la misma publicación.
La reacción de la oposición
La situación por la cual pasa la cooperativa ha generado varias reacciones entre los partidos de la oposición. Por una parte, la portavoz de ERC, Elisenda Alamany, pedirá en el Pleno de este viernes al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que abone la subvención al gimnasio. Por otro lado, la regidora de TriasXBCN, Neus Munté, ha exigido una mejora del sistema de subvenciones. «Tenemos que estar junto a las entidades de Barcelona que sufren problemas económicos por los retrasos en el pago de las subvenciones», ha destacado. Por su parte, Barcelona en Comú se ha sumado al llamamiento para recaudar el importe que permitiría al gimnasio pagar las nóminas a los trabajadores y mantener el servicio de duchas.
