Barcelona solo tiene un distrito donde los niveles de contaminación del aire se situaron por encima del límite legal el año pasado. Se trata del Eixample, donde se registraron durante el 2022 hasta 42 µg/m³ de dióxido de nitrógeno (NO2), unas cifras por encima de los 40 µg/m³ que marca como tope máximo la Unión Europea.
Según un informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) al cual ha tenido acceso la ACN, las estaciones de vigilancia de la ciudad muestran valores más bajos que el 2019, antes de la pandemia, tanto en NO2, como en las partículas PM10 y PM2,5, pero todas repuntan en las mismas variables en comparación con el 2021. El estudio también constata que la Antiga Esquerra de l’Eixample, la Dreta de l’Eixample –aproximadamente entre las calles Urgell y Nàpols– y Sant Antoni son los barrios más expuestos al NO2.
Medias anuales dentro del límite europeo, pero por encima del de la OMS
En este sentido, las medias anuales de dióxido de nitrógeno en el conjunto de estaciones de tráfico de la ciudad están por debajo de los 40 µg/m³ por tercer año consecutivo. A pesar del repunte registrado desprendido de la pandemia del coronavirus, la tendencia es decreciente en la última década. Desde el máximo de la serie histórica el 2005, con más de 70 µg/m³, los niveles de este contaminante han bajado hasta situarse alrededor de 50 µg/m³ a partir del 2014 y por debajo del umbral de la UE a partir del 2020.
Aun así, todas las estaciones están significativamente por encima de los valores guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tanto en NO2, como en PM10 y PM2,5. Se calcula que en toda Barcelona, un 12% de los tramos superan el límite legal de dióxido de nitrógeno –el doble que el 2021–, mientras que un 1% supera el máximo en PM10 y ningún tramo sobrepasa los estándares de PM2,5. Además, el 9% de los centros educativos de la capital catalana están expuestos a niveles de contaminación por encima del umbral que marca Bruselas, un porcentaje que se eleva al 55% solo en el distrito del Eixample.