El catalán no vive su mejor momento entre los jóvenes barceloneses. La edición del 2023 del InformeCAT – un documento elaborado por Plataforma per la Llengua y presentado esta semana que muestra una panorámica de la salud del catalán a través de una compilación de datos de varios ámbitos- concluye que la lengua tiene un papel secundario entre los adolescentes y la juventud en la capital catalana. Los datos son especialmente preocupantes, puesto que más de la mitad de la población joven de todos los distritos de la ciudad no lo utilizan de manera habitual.
La situación es bastante delicada en todas las zonas de Barcelona, pero hay dos lugares en concreto donde el estado salud del catalán es considerablemente mejor que al resto. El análisis basado en las cifras de la Encuesta a la Juventud de Barcelona realizada el 2020 indica que Sarrià-Sant Gervasi (44,9%) es el distrito de la capital catalana donde los catalanoparlantes de manera habitual se acercan más a este umbral del 50% de la población joven. Además de un punto de distancia y en segunda posición encontramos el distrito de Gràcia (43,5%), la otra zona donde el catalán todavía saca la cabeza como lengua más o menos habitual entre las nuevas generaciones.
El tercer distrito en discordia es les Corts (39,7%), donde el uso habitual del catalán no se queda a las puertas del 40%. Con cifras parecidas encontramos a Horta-Guinardó (36,7%) y al Eixample (35,9%). Más de diez puntos de diferencia separan estos distritos de los de Sant Andreu (23,8%), Sant Martí (23,2%) y Sants-Montjuïc (22,8%), donde la predominancia del castellano por delante del catalán entre los jóvenes ya roza el 70% de la población en esta franja de edad.
Català residual: el fenómeno de Nou Barris
En esta particular radiografía de la derrota de la lengua entre la juventud destacan dos zonas de la ciudad como los lugares donde el catalán tiene un papel más residual. Se trata del distrito de Ciutat Vella, donde protagonismo del catalán entre la juventud no llega al 20% de la población en esta franja de edad, y sobre todo del de Nou Barris, donde el catalán solo es la lengua habitual del 5,1% de los jóvenes, unas cifras especialmente preocupantes y que indican un dominio destacado del castellano entre las nuevas generaciones en uno de los barrios con la renta per cápita más baja de toda la capital catalana.
Para probar de explicar este fenómeno que tiene lugar en Nou Barris, desde Plataforma per la Llengua han recurrido a los datos sociodemográficos, que apuntan que esta zona es una de las que tiene más vecinos que proceden de territorios tradicionalmente castellanoparlantes, en concreto, un 29,6% de los 173.552 residentes censados en este distrito. Por otro lado, datos facilitados por el Ayuntamiento indican que en 2021 el 10,4% de los vecinos de este distrito eran ciudadanos que provenían de países donde tradicionalmente no se ha hablado castellano.
Recuperar el rol de lengua de adopción
Si se contraponen estas dos cifras, se puede concluir que el catalán ha perdido en Nou Barris su “rol tradicional de lengua de uso general y de adopción generalizada de los recién llegados y las segundas generaciones”, unas funciones que, según el estudio, habría asumido en esta zona el castellano. En este sentido, el presidente de Plataforma per la Llengua, Òscar Escuder, asegura que los datos registrados en este distrito barcelonés se deben a la “composición social y el entorno” donde se mueven estos jóvenes: “No es el mismo aterrizar en un pueblo de la Garrotxa o en l’Hospitalet, donde es más difícil por el entorno”.
Escuder considera que también son importantes los “usos lingüísticos que se encuentra la persona cuando llega al país”, que definen la relación que tendrá la persona recién llegada con el catalán. Por eso, asegura que es importante “no cambiar de lengua y dar ejemplo” utilizando el catalán.

