La mítica discoteca Razzmatazz del barrio del Poblenou ha dado un paso adelante en la lucha contra el machismo y la LGTBI-fobia. Con la colaboración del Observatori Contra l’Homofòbia (OCH), ha impulsado la creación de una nueva figura muy necesaria en los tiempos actuales y única en todo el Estado. Tal como han explicado Razzmatazz y el OCH en un comunicado conjunto, se trata de un orientador de igualdad que intervendrá en caso de detectar situaciones en las cuales se vulneren ciertos derechos de los asistentes.

Sus funciones serán encargarse de moverse por la sala para detectar discriminaciones con la ayuda del personal de la sala, intervenir ante agresiones machistas o LGTBI-fóbicas e informar y asesorar las víctimas de las posibles agresiones sobre cómo tienen que actuar garantizar su protección, entre otras. Por su parte, el OCH ya colaboraba con la discoteca desde antes ofreciendo formaciones sobre LGTBI-fóbicas a su personal, como el equipo de barra, jefes de sala, personal de limpieza y el equipo de seguridad.

La discoteca Safari, escenario de una agresión

Para entender mejor la importancia de medidas como esta es útil recordar el caso de la discoteca Safari. El noviembre del 2021 se produjo una agresión a las puertas del local de ocio nocturno del colectivo LGTBI. Tal como denunció un usuario de Twitter a través de la red social: “Un grupo de cinco encapuchados ha echado en tierra y apaleado a dos chicos. Uno está estable, del otro no sabemos nada”.

Solo un día antes de esta agresión, se produjo otra LGTBI-fóbica en la sala Apolo, en el barrio del Poble-sec. La víctima en aquel caso fue una mujer trans. Tal como denunció la usuaria de Twitter Bet Font, los hechos tuvieron lugar al lavabo. «Echaron una chica trans del lavabo de chicas», avisó. Esto no es todo. “Le abrieron la puerta mientras meaba y nadie hizo nada al respeto [para evitarlo]“, relató y añadió: “La sacaron a golpes y empujones“.

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