Miembros del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron el lunes de esta semana en Barcelona, a una persona a quien se le imputa la presunta participación en el delito de autoadoctrinamiento yihadista. Según informa, el CNP el arrestado «accedía a los repositorios más violentos de plataformas afines a la organización terrorista DAESH, donde consumía publicaciones que facilitan el adoctrinamiento y la capacitación de individuos en grupos terroristas».

El detenido, de nacionalidad marroquí y nacido en el año 1989, que ha pasado a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional que ha ordenado la prisión provisional, estaba bajo el radar del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), los servicios de información del Estado que fiscalizan sobre todo sospechas de red.

La policía asegura que la actividad desarrollada por el detenido «habría puesto de manifiesto su interés en facilitar el envío de combatientes a zonas de conflicto». De hecho, lo acusan de maniobrar y facilitar estrategias para superar «las barreras establecidas por las Fuerzas y los Cuerpos de Seguridad del Estado para impedir estos movimientos». En este sentido, fuentes de la investigación resaltan que sobre todo, los servicios de información han fijado como una prioridad cortar de raíz estas operativas clandestinas para entrar y salir de zonas de combate. Una práctica que se ve incrementada desde el inicio de la guerra en Gaza.

Miembros del Cuerpo Nacional de Policía recogen indicios de los registros/CNP
Miembros del Cuerpo Nacional de Policía recogen indicios de los registros/CNP

Dos registros

Aunque el caso continúa en secreto, la misma policía ha informado que paralelamente a la detención del lunes, los agentes llevaron a cabo dos registros en dos domicilios en Santa Coloma de Gramenet, Barcelonés, según las primeras informaciones facilitadas por fuentes de la investigación. Dos entradas donde intervinieron «numeroso material electrónico y documentación que es analizado por los especialistas de la policía. También confiscaron «mercancía presuntamente falsificada» que, según los investigadores, podría servir para financiar sus actividades.

La operación la han desarrollado agentes de la Comisaría General de Información, con la colaboración de la Brigada Provincial de Información de Barcelona y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Todo ello dirigido por Juzgado Central de Instrucción número seis de la Audiencia Nacional y la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

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