Un operativo conjunto de los Mossos d’Esquadra de la Unidad de Investigación, del Grupo Titani y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Ciutat Vella de Barcelona desarticuló el pasado 19 de octubre un grupo que se dedicaba a robar objetos por después venderlos. Entre los objetos destacaban los dispositivos electrónicos y las joyas. Los detenidos eran tres hombres de 19, 31 y 34 años y una mujer de 28. La investigación arrancó el pasado 15 de julio, cuando los Mossos se enteraron de que había varios pisos de Ciutat Vella que se usaban como puntos de compraventa de objetos.
El grupo criminal estaba conformado por seis personas, que recibían objetos robados por otras personas multirreincidentes. Los guardaban en un mismo domicilio y después los vendían por altas sumas de dinero. Así lo constataron los agentes cuando entraron a tres domicilios, donde detuvieron a cuatro miembros del grupo e intervinieron móviles, portátiles, joyas y relojes; más de 17.000 euros en efectivo y una arma de fuego.
Por su parte, los detenidos pasaron a disposición judicial el pasado 20 de octubre ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona. En cuanto a los dos otros integrantes del grupo, los agentes continúan con la investigación para localizarlos.
El problema de la inseguridad
En cuanto a la situación de la seguridad, según el último Barómetro Municipal, publicado el pasado mes de julio, la carencia de seguridad era el principal problema de los ciudadanos que viven en Barcelona. Uno de cada cuatro barceloneses, de hecho, dijeron que este es el principal problema que tiene Barcelona, una cifra bastante similar a la que ya aparecía en el barómetro de diciembre (22%).
Esto no es todo. El último balance publicado por el Ministerio de Interior, Barcelona es el municipio del área metropolitana dónde la criminalidad ha crecido más durante el primer semestre del 2023. Concretamente, ha aumentado un 15% en la ciudad, con un total de 80.755 delitos entre los meses de enero y junio. Al conjunto de la provincia de Barcelona, la criminalidad también ha crecido, pero bastante menos que en Barcelona: un 8%.