Los Mossos d’Esquadra han desarticulado un grupo criminal especializado a asaltar domicilios en Barcelona ciudad y en otros puntos de la demarcación. Según ha informado este sábado la policía catalana, los agentes detuvieron cuatro hombres y una mujer el pasado 21 de mayo acusados de pertenencia a grupo criminal, ocho robos con fuerza y dos tentativas. De todos los hechos, siete fueron en Barcelona ciudad y el resto en Puig-reig, Avià y Solsona. A pesar de que la detención ha sido este mes de mayo, los agentes empezaron a investigar el caso en octubre, a raíz de la denuncia de un robo con fuerza al distrito de San Martín de Barcelona.
Días más tarde, los investigadores identificaron uno de los detenidos con varios objetos de dudosa procedencia, motivo por el cual quedaron intervenidos. La víctima los reconoció sin ningún tipo de duda y, en el momento de devolverlos, informó los agentes que había localizado pequeños trozos de plástico en la entrada de su domicilio cuando volvió de vacaciones. Posteriormente, se localizó este mismo tipo de marcadores en otras puertas de domicilios de la misma comunidad donde vivía.
Detenim 5 persones per 8 robatoris a domicilis i 2 temptatives a Barcelona, Puig-reig, Solsona i Avià. Intervenim una arma detonadora, diners, joies i eines. Acumulen un total d’11 antecedents per robatoris a domicilis pic.twitter.com/j4nSBIMmNq
— Mossos (@mossos) June 1, 2024
A raíz de este caso, los Mossos analizaron otros robos al mismo distrito y constataron que todos habían sido perpetrados por el mismo grupo criminal y con el mismo modus operandi. Durante el mes de abril, en tres días consecutivos, el equipo conjunto de investigación detectó que los investigados se habían desplazado fuera de Barcelona. Primero fueron a Berga y Puig-reig, el día siguiente se dirigieron hacia la localidad de Avià y el último día a Solsona.
Vigilancia prolongada y entrada a la bastante
Los miembros del grupo seleccionaban previamente los domicilios y después hacían vigilancias. Acostumbraban a andar separados simulando que no se conocían, hacían cambios de itinerarios sin sentido, e iban un mínimo de dos veces antes de cometer el robo. Observaban la cerradura y colocaban unos marcadores en las puertas de los domicilios que más les interesaban. Abandonaban el lugar y al cabo de unas horas volvían para comprobar si el marcador continúa en el mismo lugar, o si, por el contrario, estaba en el suelo. Así obtenían información de las rutinas de las personas que vivían en la casa. Una vez hechas las comprobaciones, forzaban la cerradura y entraban al inmueble. Un integrante se quedaba al exterior y hacía tareas de vigilancia.
Todo ello acabó el 21 de mayo, cuando los Mossos hicieron cuatro entradas y cacheos, dos en Barcelona, uno en Santa Coloma de Gramenet y otro en Badalona. En la actuación se intervinieron varios objetos, como una arma detonadora, dinero en metálico, joyas, documentos de venta de joyas o herramientas para cometer los robos. También intervinieron una báscula, y un kit de ácido y piedra de toque para analizar peso y pureza del oro y documentación acreditativa por posible falsedad.