La Festa Major de Gràcia de este 2025 se está convirtiendo en un nido de polémicas para el gobierno de Jaume Collboni tras las reivindicaciones de la calle Progrés, el caso de catalanofobia denunciado por un concejal de ERC, el incendio de la portada de la calle Verdi y las reivindicaciones de los vecinos de Vallcarca. Después de todo esto, ayer los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona retiraron una bandera en apoyo a la causa palestina que colgaba de la plaza del Raspall justo delante del ateneo independentista La Barraqueta, los miembros del ateneo denuncian que «el Ayuntamiento ha ordenado quitar las pancartas otra vez», después de que los festeros de la plaza del Raspall volvieran a colgar nuevas banderas ayer por la noche. «Nos quieren calladas», afirman en una publicación en las redes sociales en la que aseguran que «no callaremos».
L'Ajuntament ha ordenat treure les pancartes una altra vegada. Però no callarem. Volen tapar el genocidi. Ens volen callades. pic.twitter.com/jQ4Etkes15
— La Barraqueta (@La_Barraqueta) August 19, 2025
La Festa Major de 2025, un nido de polémicas para el PSC
La primera polémica de la Festa Major de este 2025 se produjo cuando los miembros de la comisión de fiestas de la calle Progrés -una calle centenaria y de las más populares- denunciaron que desde el Ayuntamiento de Barcelona exigían la demolición de una gran parte de su local. Una polémica a la que se sumó la abucheada recibida por Laia Bonet durante el pregón en la plaza de la Vila, abucheada especialmente marcada por las reivindicaciones de los vecinos de Vallcarca quienes llevan meses en una pugna con el Ayuntamiento de Barcelona por las políticas del consistorio en materia de vivienda. Finalmente, en los últimos días Gràcia ha vivido dos hechos más que han destacado por su gravedad. El primero de todos es el incendio de la portada de la calle Verdi -los Bomberos no han aclarado los motivos y los festeros denuncian que ha sido provocado- y el caso de Guillem Roma, miembro de ERC en Gràcia, y que relató cómo su pareja sufrió un caso de catalanofobia en plena Festa Major.
