Los datos meteorológicos del mes de mayo denotan que en Barcelona hace más calor –por lo menos, hay temperaturas más altas que otros años– y también que llueve menos, un hecho ya sabido por prácticamente todo el mundo. Si bien es cierto que algunas tormentas han aligerado la crisis de sequía –el gobierno catalán ha dado marcha atrás en algunas restricciones– las cifras continúen demostrando que la lluvia cae con cuentagotas, nunca mejor dedo. Este sería el resumen de los datos que ha captado el Observatorio Fabra durante el mes de marzo.

Los registros de temperatura

La temperatura mediana se ha situado en los 18,1 °C, lo cual supone un aumento de casi un grado (0,9 °C) respecto a la media climática del periodo 1991-2020. El momento más caluroso registrado en el Observatorio Fabra ha llegado a las postrimerías del mes; el pasado 30 de mayo el Tibidabo llegó a registrar 28,5 °C. Por el contrario, la temperatura mínima absoluta se logró el segundo día del mes, con 6,9 °C.

Imagen captada desde el Observatorio Fabra el 07/05/2024 | Alfons Puertas

Datos primaverales con toques de bastante calor a las puertas del verano. El año pasado, durante la temporada de más calor, Barcelona registró una serie de temperaturas récord (media de 25 grados), solo superada por las del verano de 2003 y el 2022, año que ostenta el récord actualmente.

La lluvia registrada en el Tibidabo

Por otro lado, la precipitación acumulada anotada el mes de mayo es de 29 mm, muy lejos del récord histórico, que supera los 400 mm, y el 52% de la media climática actual. Unos datos que no ayudan a salir de la crisis de la sequía, si bien la precipitación acumulada en lo que llevamos de 2024 es de 265 mm, y la de los últimos doce es de 446,2 mm. El día más lluvioso registrado en el observatorio climático del Tibidabo durante mayo es el 14, cuando los pluviómetros de la montaña recogieron 17,4 mm.

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