Tres calles de Gracia han cambiado de nombre para vencer la historia patriarcal de la ciudad. Se trata de las calles de Santa Ágata, de Santa Magdalena y de Santa Rosa, que llevaban este nombre porque en el siglo XIX no se podían bautizar las vías públicas con nombres de mujeres. Tenían que enmascararlo detrás el título de santas, que ahora ha caído para adoptar los nombres de Ágata Badia y Puig-rodon, de Magdalena E. Blanco y de Rosa Puig-rodon Pla. Se trata de las mujeres miembros de la familia de Antoni Trilla, que es la propietaria de los terrenos donde están situados las calles, alrededor de la plaza de Trilla.
El Ayuntamiento ha explicado en un comunicado que «se quieren recuperar los nombres originales de estas mujeres en el marco de la estrategia de feminización del nomenclador de Barcelona«. De este modo, han asegurado desde el consistorio, «se continúa dignificando el papel de la mujer en la sociedad barcelonesa a lo largo de la historia».
«Las mujeres tenemos nombres y apellidos»: reivindicación feminista del Ayuntamiento
La teniente de alcaldía y regidora del distrito de Gracia, Laia Bonet, ha reivindicado durante el acto que con el cambio se recupera «aquella memoria que no tendríamos que haber perdido». «Teníamos que hacer este paso de recuperar los nombres y estamos convencidos que es la manera de trabajar para recuperar la memoria de las mujeres sin las cuales Barcelona y sus barrios no serían el que son”.
Por su parte, la regidora de Feminismos, Igualdad y Memoria Democrática, Raquel Gil, ha reivindicado el papel de estas mujeres porque «ayudan a explicar la historia de la ciudad». «Hoy decidimos que las mujeres tenemos nombres y apellidos más allá de creencias y otras cuestiones», ha reivindicado. Este cambio fue pedido por la tabla de memoria de Gracia y aprobada por el pleno del distrito y posteriormente por la Ponencia de Nomenclador, la comisión que se encarga de los topónimos de la ciudad.
