La sequía que está sufriendo Cataluña afecta de pleno la ciudad de Barcelona, la capital del territorio catalán. Es por eso que mientras dure la fase de emergencia por sequía, los cruceros que pertenecen a la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), no cargarán agua en el Puerto de Barcelona. Solo en una situación de emergencia, los barcos podrían proveerse de agua.
La patronal y el puerto han explicado, en un comunicado conjunto, que en los últimos años las navieras que han pasado por el Puerto de Barcelona han realizado varias inversiones dirigidas a reducir el consumo de agua y la potenciación de su reutilización y producción de agua gracias a los evaporadores y las plantas de ósmosis inversa. Sobre esto, la patronal asegura que los barcos pueden llegar a producir más del 90% del agua dulce que necesitan.
El 98% de los barcos que hacen escala en la ciudad de Barcelona están adheridos a la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA),
Rebajando las cargas de agua en el puerto
Durante el año 2022, los cruceros se proveyeron de agua en menos del 30% de las escalas realizadas al Puerto de Barcelona, un dato bastante más baja del 50% registrado durante el año 2017. El consumo de agua de este sector representa el 0,09% del conjunto de la ciudad. Según han explicado en el comunicado conjunto de la CLIA y el Puerto de Barcelona, este acuerdo finalizará una vez se supere la fase de emergencia por sequía y la situación vuelva a la normalidad. En el comunicado han destacado que «la industria toma este paso importante en solidaridad con la ciudad de Barcelona en un momento complicado para Cataluña».
El Gremio de Hoteles de Barcelona teme «pérdidas de visitantes considerables» por la sequía
Así lo ha explicado su presidente, Jordi Clos, en declaraciones en Europa Press. Clos ha explicado que las restricciones que quiere aplicar el Gobierno de la Generalitat de Cataluña pueden afectar mucho el sector hotelero y que si no se producen cambios, tendrá consecuencias. El presidente del Gremio de Hoteles ha alertado del peligro de perder visitantes hacia otras ciudades, puesto que «si quieres venir a pasar unos días lúdicos, de descanso o de fiesta en Barcelona el mes de junio, julio y agosto y hay restricciones de agua, primero quizás te plantearás irte en Madrid, por ejemplo«.