Continúa la batalla del vecindario contra el modelo de gestión del turismo en el Park Güell. La plataforma Recuperem el Park Güell ha cortado la carretera del Carmel para denunciar «la turistificación salvaje» del recinto, uno de los espacios urbanos de referencia en Barcelona. El grupo ha llevado a unas treinta personas al aparcamiento de autocares de la zona, cerca de una de las entradas principales del Park. Han desplegado pancartas y han ocupado el acceso para cortar el tráfico de vehículos durante una hora para exigir al Ayuntamiento que convoque una mesa de diálogo para continuar discutiendo la atracción de visitantes al espacio. «Todo lo que se prometió y se empezó a ejecutar se ha paralizado hasta abril», ha lamentado el portavoz de la entidad, David Mar.
Según Mar, el silencio municipal hace parecer «que durante estos cuatro-cinco meses no hay turistas, los vecinos no sufrimos molestias y los trabajadores están genial», cuando esto, sostiene, no es el caso. En este sentido, reclaman más diálogo para incluir en la política local la voz de las «personas que sufren» el exceso de turistas en la zona, que concentra las líneas de autobús más colapsadas de la capital. «Se debe buscar un remedio para intentar desturistificar la zona y que la gente sin entrada no moleste a los vecinos en su día a día», ha exigido el portavoz; quien integra la afluencia turística al Park dentro del contexto que tensiona todos los ámbitos de la ciudad, incluso el precio de la vivienda. «Parece que la única opción posible es irse de Barcelona, pero no nos resignamos. Si alguien tiene que irse son esos gestores del Ayuntamiento», ha espetado.

Una «trituradora de barrios»
Según la Plataforma, el modelo del Park no solo ataca la estabilidad de los vecinos. Denuncian también el «menosprecio» a los trabajadores del recinto. Para el vecindario, la gestión municipal es tanto «una trituradora de barrios» como de derechos laborales. En este sentido, la convocatoria de la mesa de diálogo debería abordar todos los agravios que causa el exceso de turistas, que convierte el distrito en «un decorado permanente». «La situación está igual que hace un año cuando los trabajadores reclamaron mejoras salariales, laborales y operativas», ha criticado el miembro de la Asamblea Laboral de Gràcia, Oriol Pla; quien critica que las demandas de los empleados «se han topado con un muro, que es la dirección del parque, que no quiere hablar ni negociar escudándose en tecnicismos». En este contexto, convocarán una huelga que se espera para finales de diciembre o principios de 2026.
