Nuevo golpe de efecto en el caso de la masía de Can Raventós. La inmobiliaria Corp ha decidido finalmente presentar un recurso contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que tumbaba la construcción de pisos de lujo en esta finca del distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Así lo han confirmado fuentes municipales consultadas por el TOT Barcelona. La promotora tenía prácticamente hasta principios de julio para dar respuesta a la resolución judicial, que declaraba nulo tanto el plan urbanístico aprobado por el consistorio en 2022 como la licencia de obras otorgada. Hay que recordar que el Ayuntamiento ya anunció el pasado mes de mayo, cuando salió la sentencia, que no presentaría recurso.
Así pues, la empresa sí que dará continuidad a la disputa judicial iniciada por la plataforma Defensem Can Raventós a principios de 2021, cuando presentó al TSJC un recurso contencioso-administrativo por varias irregularidades en el proyecto, principalmente sobre la protección de la masía señorial y a la obligación de dejar como mínimo 10 metros alrededor del edificio, que está protegido como parte del patrimonio de la ciudad. Ahora, habrá que esperar a la resolución de estas alegaciones presentadas por la promotora, que pretendía construir 59 viviendas de lujo en la parcela delimitada por las calles Bonaplata, 44-52 y Fontcoberta, 16-24.
En este sentido, es importante remarcar que desde el Ayuntamiento se optó, a finales del pasado mayo, por acatar la sentencia judicial al considerar que no había «espacio» para un posible recurso. «En la medida que la sentencia hace caer un planeamiento de iniciativa privada, que tenía unos objetivos, nosotros hemos pedido a la propiedad que nos digan qué quieren hacer», señalaba entonces la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, que dejaba la puerta abierta a volver a negociar con los vecinos dado que las conversaciones ahora tendrían lugar en un «marco diferente».

Casi una década de disputa
El origen de la disputa por Can Raventós se remonta a antes incluso de 2016, cuando Corp presentó su primer proyecto para construir pisos de lujo en esta finca presidida por una masía señorial de 1848. Entonces, la iniciativa no acabó de caer en gracia al Ayuntamiento, pero la concreción del interés inmobiliario que hacía tiempo que planeaba sobre los terrenos llevó a los vecinos a presentar unas primeras alegaciones para parar el plan. El criterio municipal dio un giro de 180 grados en 2020 y finalmente se dio luz verde a un segundo proyecto de obras, que contemplaba preservar el edificio, que está catalogado y tiene un nivel de C en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Arquitectónico de Barcelona, pero que suponía el vaciado de gran parte del jardín frondoso que rodeaba la masía y preveía construir nuevos volúmenes en los terrenos.