La información remarca que la organización no sigue «ningún criterio científico» y que los datos anunciados «multiplican por catorce la cifra real de visitas con impacto económico». En este sentido, la Copa América utilizaría unas cámaras-radar instaladas en los arcos de acceso a la Race Village del Muelle de la Madera. En el caso de las fan zone que existen en Bogatell y la Barceloneta, fuentes de la misma organización detalla al rotativo que el cálculo responde a «densidades por metro cuadrado». La investigación de La Directa añade que la cobertura mediática de la regata es, en el fondo, de 68 millones de espectadoras, en vez de los 941 millones anunciados, cifra que la situaría como tercera competición más seguida. La investigación aclara que todos estos seguidores corresponde al total de horas en las que se ha informado de la Copa América, incluyendo programas y ratos informativos, no solo a las regatas.
Expertos consultados por el Grup Món este fin de semana ya apuntaban que los estudios que han avalado la competición están caracterizados por la «opacidad» y dudaban de la rentabilidad económica que otorgan al evento. Ismael Fernández, catedrático jubilado de Estructura Económica de la Universidad de Valencia y autor de un análisis sobre el impacto económico de la Copa América de 2007, contaba en Món Economia que el resultado del informe de la Universidad Pompeu Fabra, encargado por la Fundación Barcelona Capital Náutica, estaba lleno de sombras, dado que las lecturas son «de parte».
Las últimas informaciones han dado gasolina a los detractores de la competición, que estos días han subido la intensidad contra un evento que consideran «elitista» y lleno de «opacidades». En una rueda de prensa este lunes por la mañana, la plataforma No en La Copa América quiere llevar a los organizadores y las administraciones a Antifraude por irregularidades y por inflar las cifras de previsiones de público y de impacto económico.
Colau justifica el sí de su ejecutivo
En una entrevista esta mañana en Els Matins de TV3, la exalcaldesa Ada Colau, jefa del ejecutivo que dio el sí definitivo a la Copa América, ha justificado su decisión. Colau asegura que la competición de vela llega «a propuesta de la Generalitat» y que se valoró porque, a diferencia del Hermitage, que calificó de «pelotazo urbanístico», la Copa América «es un evento deportivo marítimo que sí tiene que ver con la ciudad».
Colau ha asegurado que «da rabia en lo que ha derivado» la Copa América y que, siendo ella alcaldesa de Barcelona, puso tres requisitos a los directivos del evento: que no superara la aportación de 5 millones que el Ayuntamiento hace con el Mobile World Congress, que ninguna infraestructura nueva endeudara al Ayuntamiento, y que la competición fuera lo más abierta posible a la ciudadanía.
