A finales del pasado octubre, el TOT Barcelona informaba del cierre de la tapicería Gancedo, un histórico comercio de Barcelona ubicado en la rambla de Catalunya, 97. Recientemente, hace solo tres semanas, este local del paseo barcelonés, con más de 250 metros cuadrados, ha reabierto como

Gancedo levantó la persiana en la rambla de Catalunya en 1945, de la mano de los hermanos José y Bernardo Gancedo Otero. Especializada en el mundo textil, la marca, que tiene unos cuarenta comercios en algunas de las principales ciudades del mundo y vende telas a la Casa Blanca y a la Casa Real, convirtió el céntrico establecimiento «en un museo a pie de calle», recuerda Alberto Mejías, uno de los fundadores de la plataforma Emblemáticos Barcelona.

Un comercio protegido
La tapicería forma parte del catálogo del patrimonio arquitectónico, histórico-artístico y paisajístico de los establecimientos emblemáticos de Barcelona, elaborado en 2016 por el Ayuntamiento de Barcelona, lo que obliga a proteger los elementos originales que quedan. Con la transformación, se ha preservado la lujosa fachada de madera con letras doradas, con las iniciales y el nombre

Bobo Choses es una empresa catalana encabezada por los hermanos Joaquim y Adriana Esperalba, que se fundó en 2009. A pesar de que nació como una marca de ropa infantil, durante la pandemia, la compañía dio el salto a los diseños para adultos, especialmente para mujeres. Bobo Choses cerró 2023 con una facturación de más de 24 millones de euros y la previsión es que a lo largo de este 2024 crezca un 10%. La mayor parte de los ingresos de la firma, que apuesta por la producción de proximidad y la creatividad, proviene de la línea infantil, especialmente en mercados internacionales, con una presencia en 46 países y 599 puntos de venta.

Talleres, exposiciones y actividades familiares
La tienda de rambla de Catalunya es la segunda que la marca de ropa para adultos y niños abre en Barcelona, después de la que hay al Born, en la calle de la Ribera, 1, que funciona desde 2018. El nuevo local es mucho más que un establecimiento comercial y acogerá talleres, acontecimientos, exposiciones y actividades para toda la familia, explican en su página web. Una colorista cortina, como si fuera la entrada de un circo o de un teatro infantil da la bienvenida, con el rostro del personaje Bobo Choses. Y en el interior, los clientes se encuentran con una zona de almohadas «para jugar y desmontar», un espacio para música y narraciones y un gran jersey que permite a los más pequeños adentrarse en sus mangas o abrazarlo, como dice la misma marca de ropa.