Las obras de la futura estación de la L9 y la L10 de la calle Mandri empiezan una nueva fase. A partir de esta semana, una vez acabada el proceso de excavación del pozo, los trabajadores se preparan para hacer llegar la tuneladora que tiene que completar el túnel del tramo central por el cual circulará el metro. A pesar de que las obras se llevarán a cabo bajo tierra, también implicarán afectaciones al exterior. Durante este proceso se cortará el tramo de la calle Mandri implicado, entre el paseo de la Bonanova y la calle de Bigai, en sentido descendente, y entre el paseo de la Bonanova y la calle de Maó, en sentido ascendente. Así pues, durante todo el tiempo que la tuneladora complete el túnel del tramo central, el tráfico de la zona se desviará por las calles Bigai, Maó y Ganduxer.
Por otro lado, aparte de modificar el tráfico de los vehículos personales, también se trasladarán las paradas de autobús, en sentido ascendente de la calle Mandri, entre la calle de Maó y la calle del Obispo Sivilla, y entre las calles de San Màrius y Ronda General Mitre, en la calle Ganduxer. En sentido ascendente, se modificarán los recorridos de las líneas de buzo V13 y NB8 y en sentido descendente, los de la línea V11 y la línea 70.
Empezar las obras al vestíbulo
La segunda fase de las obras para crear la estación de la línea 9, además de actuar en el tramo central del túnel, también comporta empezar a hacer los trabajos para la obra civil del vestíbulo de la estación. Los trabajos incluyen la ejecución de las estructuras del vestíbulo: los muros pantalla perimetrales pendientes, la cubierta, el vaciado de las tierras del interior, la solera y los pilares. Son todas estas acciones las que obligarán a cortar el tráfico en la zona delimitada donde se ubicará la estación, y que tendrán un impacto real en el día a día de la población de la capital catalana.
