La situación de la limpieza de la ciudad ha sido uno de los temas estrella de los últimos meses. El anterior gobierno municipal justificó la suciedad de algunas calles y barrios alegando que el despliegue de las nuevas contratas de limpieza requería tiempo. El nuevo gobierno de Jaume Collboni ha abordado el tema este martes en una reunión y ha trasladado en una nota de prensa una serie de medidas para mejorar la situación. La más destacable de todas es triplicar los controles a las empresas del servicio de limpieza para asegurarse que su servicio es el adecuado. Concretamente, pasará de las 600 inspecciones semanales a las 1.800. En caso de que haya empresas que incumplan el contrato, el gobierno las sancionará.
Se controlarán especialmente aquellos incumplimientos que repercuten directamente en el estado del espacio público, como pueden ser los cambios de servicio no informados, la modificación del número de personas de cada equipo o la presencia de contenedores llenos o desbordados. Por su parte, la primera teniente de Alcaldía de Barcelona, Laia Bonet, ha recordado en una atención a los medios de comunicación que la fase de implementación de las nuevas contratas ya ha finalizado. Es por eso que ha señalado que el consistorio se los pide «la máxima exigencia en las obligaciones contractuales».
La segunda preocupación
En el último barómetro trimestral del 2022, se evidenció de qué manera la limpieza preocupaba a los barceloneses. Concretamente, se situó como la segunda preocupación de los vecinos de la ciudad, ya que un 15,8% dijeron que era el problema que se los preocupaba más. La cifra aumentó casi cinco puntos respecto a los datos del último estudio municipal.
El pasado mes de noviembre, el