El polémico desalojo de la antigua Massana ha entrado en el Pleno del Ayuntamiento a través de un ruego de los Comunes, que piden a Jaume Collboni que dialogue con el equipamiento. La concejala Jessica González ha criticado que el gobierno «no tiene intención de conocer la lógica comunitaria del Raval» y ha señalado que el diálogo «es una cuestión de mínimos». «Siempre estaremos abiertos al diálogo, siempre que se den las condiciones con las que una administración pública puede dialogar», ha respondido Collboni. El socialista cree que se puede hablar cuando las entidades «están dentro del ámbito reglado, sobre todo si hablamos de un espacio público, de titularidad pública y con interés público». El alcalde ha añadido que el Ayuntamiento «siempre respeta las resoluciones judiciales».
La respuesta, no por ser esperada, ha convencido a los Comunes y a los integrantes de la Massana, algunos de ellos presentes en la tribuna. «Ha visto la película del 47, ¿no? Es fruto de una desobediencia civil. Hemos constatado que esta supuesta determinación de diálogo no es tanto que se trata de la complicidad del Raval», ha comentado González, que acusa al PSC de estar «cargando el barrio» y le advierte: «Se os escapará de las manos».

«No es nuestra opinión», ha replicado de nuevo Collboni. El alcalde ha insistido que hay una resolución judicial que piensan cumplir y ha remarcado que «Barcelona hace muchos años que tenemos modelos de gestión de equipamientos que se aplican de forma abierta, reglada, transparente y dialogada». «El gobierno tiene claro que los edificios que son de titularidad pública deben ser públicos. Son un patrimonio que debe poder ser disfrutado por todos», ha dicho para cerrar el debate.
La antigua Massana critica la ruptura de las negociaciones
Los integrantes de la antigua Massana recuerdan que negociaron «durante dos años» con el Ayuntamiento, cuando este estaba liderado por Ada Colau, para que el Ayuntamiento les cediera el espacio. Insisten en que Collboni también formaba parte de aquel ejecutivo, entonces como teniente de alcalde, y piden que se cumpla el acuerdo «sea del color que sea» el alcalde. La antigua Massana explica que el PSC les transmitió en un pleno de distrito que «debían marcharse».
La antigua Massana ha recibido el apoyo de diferentes organizaciones, entre ellas la de la Sindicación de Agravios de Barcelona, que ha instado al gobierno a «reflexionar». Miles de personas, 12.000 según la organización, se manifestaron en el centro de Barcelona el pasado viernes en favor de la antigua Massana.


