Este lunes 9 de septiembre 167.533 niños y jóvenes arrancarán el curso escolar en Barcelona -teniendo en cuenta los datos de centros públicos, privados y concertados de la ciudad-, una cifra ligeramente menor al número de alumnos que se matricularon a primaria y la secundaria obligatoria el año pasado. Concretamente, el sistema educativo barcelonés acoge 1.463 alumnos menos que el 2023. Todo y el ligero descenso del número de alumnos, este año la capital catalana suma 10.561 docentes, un 2,2% más que el curso pasado, a causa del macroproceso de estabilización que llevó a cabo la antigua consejería de Educación -el cual ha permitido incorporar más de 18.000 nueces docentes al sistema educativo público.

Entre las novedades por este nuevo curso hay la creación de cinco nueces institutos escuela, cuatro de los cuales se ubican en Zona Norte, los cuales se han creado para dar respuesta al «crecimiento» de las escuelas de los barrios de Torre Baró, Vallbona y Ciudad Meridiana. Se trata del instituto escuela Mestre Morera, el instituto escuela Ferrer y Guardia, el instituto escuela Elisenda de Moncada y el instituto escuela Ciudad Condal. A banda, también se pone en marcha el instituto escuela Vapor y Molí, un centro educativo que nace de la fusión de la escuela Molí de Finestrelles y el instituto Vapor del Fil. Así pues, con estas cinco nuevas incorporaciones en la ciudad, Barcelona contará con 22 institutos escuela este curso, cosa que demuestra el gran crecimiento de la capital catalana en esta materia, puesto que en 2017 solo tenía dos. Desde el consorcio de Educación de Barcelona consideran que es primordial continuar trabajando en esta línea porque la creación de institutos escuela, junto con la «simplificación del modelo de adscripciones», «favorece la continuidad educativa».

Imagen de una escuela de la capital catalana / Consorcio de Educación de Barcelona

Nuevo modelo para la escuela inclusiva

Este curso será lo primero en que se pone en marcha un nuevo modelo de gestión en la educación inclusiva, el cual pasa para «enfocar la detección de las necesidades educativas desde una perspectiva psicopedagógica, más allá del diagnóstico clínico [que es como se hacía hasta ahora]». Es por este motivo que Barcelona este año contará con la Guía para la detección de las necesidades educativas del alumnado de 3 a 16 años -la cual ya se presentó a los servicios educativos de la ciudad el curso pasado: «La herramienta da la información necesaria para unificar el lenguaje de todos los agentes, desde las familias hasta las diversas figuras profesionales. Así mismo, genera un conocimiento más ajustado de las necesidades y permite orientar y priorizar mejor los apoyos y medidas adecuadas para atender las necesidades del alumnado y, también, del aula», argumentan desde el consistorio de Educación de la ciudad.

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