El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido cerrar definitivamente un pipicán bastante polémico de Gràcia. En concreto, es la zona de recreo para perros que se encuentra en la Travessera de Gràcia, 253, en el barrio del Camp d’en Grassot y Gràcia Nova. Según fuentes municipales, el pipicán dejará de funcionar este mes de julio.
Abierto en 2015, el pipicán está situado entre dos edificios y generaba muchas molestias entre el vecindario por ruido y malos olores de los orines y excrementos. Hace un año, ya se cerró por la noche. Incluso se habían dado casos de peleas entre vecinos y propietarios de perros, y últimamente las instalaciones estaban bastante degradadas. Las fuentes municipales consultadas han reconocido que la clausura nocturna no sirvió para poner fin a los problemas de convivencia que se generaban.
La regidora Laia Bonet lo avanzó en la audiencia pública
La noticia la dio la regidora de Gràcia y teniente de alcaldía del área de Urbanismo, Laia Bonet, esta semana en la audiencia pública del distrito. La decisión se toma después de haber hecho un seguimiento y una evaluación de las medidas puestas en marcha y ver que no habían funcionado. Una vez cerrada el área de perros, el Ayuntamiento instalará allí juegos infantiles y verde urbano.
A lo largo de los próximos días, el área se señalizará informando a los usuarios del cierre y de las alternativas de los espacios habilitados, desde el pasado verano, para poder llevar al perro desatado. Cerca de la zona de perros de Travessera de Gràcia, 253, hay otras situadas en la plaza de Joanic y alrededores, y también en el pasaje de Alió y en la calle d’en Grassot, además de las de la plaza de la Llibertat y la plaza de la Vila, ha informado el consistorio.
Actualmente, Barcelona cuenta con más de un centenar de áreas de recreo para perros, de las que la mitad son de unas dimensiones medianas, entre 300 y 400 m².
