Cierra otro bar clásico del Gòtic, con décadas en el barrio. Se trata de Can Manel, antes Zipi Zape, un establecimiento que había abierto en 1989, hace 36 años, y que este mayo ha bajado la persiana definitivamente, han dado a conocer sus titulares, las hermanas Sandra y Noemí Sirvent, en un post en la red Instagram. El local, conocido también como Associació Barcelonista Mama Inés, era un epicentro de los aficionados del Barça. Can Manel dice adiós en una temporada blaugrana histórica, con Liga, Copa del Rey y Supercopa.

«El próximo propietario también es culé«

El Zipi Zape, un nombre que ha seguido en el imaginario de la clientela hasta el cierre, cerró el 14 de mayo. «Han sido 36 años de momentos inolvidables, historias compartidas y personas que han hecho de este lugar algo único. Cada visita, cada gesto de afecto, cada recuerdo que se ha forjado entre estas paredes nos acompaña hoy más que nunca. Sentimos no poder ofrecerles una despedida. Los tiempos de gestión y traspaso no lo han permitido, sin embargo, tampoco la necesitamos. Hay lugares que no necesitan un final para continuar vivos». Y añaden un mensaje en el cual quieren dejar tranquilos a los aficionados del Barça. «El próximo propietario también es culé. Hay pasiones que no se negocian».

Más cambios en la calle de Avinyó

Situado en la calle de Avinyó, 34, el bar era toda una referencia del vecindario en una arteria en exceso turística. Como informó el TOT Barcelona a mediados de abril, El Gran Cafè, que funcionó como restaurante desde 1970 hasta que cerró durante la pandemia, se convertirá en un irish pub. Y el restaurante Pitarra, que fue la casa del dramaturgo Frederic Soler (Serafí Pitarra), ha reabierto con el mismo nombre como bar de menús y tapas. El Gran Cafè se encontraba en Avinyó, 9. Y el Pitarra está en Avinyó, 56.

Obras en el Gran Cafè del Gòtic para reabrirlo como ‘irish pub’ / Cedida

El Gòtic es un barrio donde con demasiada frecuencia cierran establecimientos históricos o con décadas. Hace unos meses lo hizo el restaurante Lluís de les Moles, en la calle de les Moles, que ofrecía un menú de mediodía de mucha calidad a muy buen precio. También ha cerrado la tienda centenaria de muebles Casa Jornet. Situada en la calle de la Palla, era de 1901 y en sus inicios era visitada por Antoni Gaudí de camino al oratorio de Sant Felip Neri. Y la papelería Conesa, de la calle de Petritxol, ha cerrado después de 75 años de servicio por jubilación de su propietario.

La librería Sant Jordi se ha salvado

El negocio del Gòtic que se ha conseguido salvar ha sido la librería Sant Jordi. El local se ha traspasado y se lo ha quedado la agencia de viajes Temps d’Oci, que convertirá el comercio emblemático, con una trayectoria de más de 40 años. La Sant Jordi se convertirá a finales de verano en un espacio cultural con gastronomía.

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