A partir de hoy Barcelona tendrá tres nuevos espacios en los cuales los ciudadanos podrán hacer descansar en paz a sus familiares que hayan sido incinerados. Cómo ha comunicado el Ayuntamiento de Barcelona a través de su servicio de prensa, estos nuevos espacios se han habilitado para «dar respuesta a la creciente demanda del servicio de incineración, frente a la tradicional inhumación». Según ha informado el consistorio barcelonés, «Cementerios de Barcelona se adapta a las nuevas necesidades de la ciudadanía y apuesta por la creación de espacios ajardinados para la inhumación de cenizas».

Dos espacios en Montjuïc y uno en Sant Andreu
En el cementerio de Montjuïc, el Ayuntamiento, a través de Cementerios de Barcelona, ha habilitado dos espacios de 2.500 y 600 metros cuadrados respectivamente, en cuanto al espacio de Sant Andreu, este ocupa una área de 1550 m² y está ubicado en el centro del cementerio, rodeando la capilla del recinto.
En Montjuïc estos dos espacios están ubicados dónde, antes, había bloques de nichos y tumbas tradicionales. Se ha creado un espacio verde que, según el Ayuntamiento, permite vincular la urna funeraria del difunto y las plantas y los árboles de la zona, favoreciendo la reflexión y el recogimiento. Desde la administración ofrecerán dos opciones de sepultura para la inhumación de los difuntos, como pueden ser las tumbas cinerarias o los columbarios.

Continuidad y mejora de los servicios funerarios de Barcelona
Desde el Ayuntamiento declaran que estos tres nuevos espacios servirán para dar continuidad al servicio que ofrecen en los cementerios de Collserola y Montjuic y, que además, persiguen varios objetivos, como los de adecuar estos espacios y potenciar su relación con el paisaje, que cuenten con más presencia de verde, sean más sostenibles y su construcción tenga un bajo impacto ambiental.
De hecho, con las mejoras implementadas, el Ayuntamiento ha querido que las familias de los difuntos puedan disfrutar del máximo confort en los momentos más duros, puesto que se quiere que estas obras y actuaciones acaben con el efecto isla de calor, al disfrutar de más vegetación y disponer de cenadores y espacios de estancia y reflexión.