El Invernadero ya vuelve a lucir restaurado en el parque de la Ciutadella. Los operarios daban este viernes, 15 de diciembre, los últimos retoques para que el lunes 18 de diciembre, todo esté listo para el acto que hará el alcalde Jaume Collboni, donde presentará «los adelantos del proyecto la Ciutadella del Conocimiento». Cerrado desde 2006, ahora el Invernadero es la cara del parque. A pocos metros, está la cruz: el Umbráculo, que espera desde hace años una rehabilitación.
El Invernadero es obra de Josep Amargós, a pesar de que inicialmente fue proyectado por Josep Fontserè, el arquitecto del Umbráculo, que fue reformado por Amargós después de la Exposición Universal de 1888. Los dos edificios forman parte del patrimonio de la ciudad y se levantaron, junto con el Museo Martorell de Zoología, dentro del proyecto de construcción del parque de la Ciutadella. El Museo Martorell, en desuso desde el 2010, también se está restaurando.

El Invernadero, cerrado a cal y canto durante años
Antes de clausurarse, el 2006, el Invernadero funcionó como restaurante. Desde entonces solo ha abierto en alguna ocasión puntual. Durante diecisiete años, el espacio, considerado un Bien de interés local, ha estado cerrado a cal y canto y mucho degradado, con vidrios rotos, paredes cuarteadas, hierros oxidados y grafitis. Incluso, en algunas ocasiones, duermen personas sin hogar. El 2007, el Ayuntamiento ya tenía intención de rehabilitar el Invernadero. A lo largo de casi cerca de dos décadas, se han hecho algunas obras, una de ellas el 2009. Después, a finales de 2015, se planteó una reforma que tenía que estar lista el verano de 2016, pero la empresa que lo tenía que ejecutar entró en concurso de acreedores. La rehabilitación que ahora acaba se empezó el verano de 2022.

Todo parece indicar que el Ayuntamiento explicará el lunes los usos que tendrá el Invernadero, conocido también como el palacio de vidrio. Fuentes municipales no avanzan nada si hay intención de rehabilitar el Umbráculo, que ahora mismo no presenta muy buen aspecto y necesita con urgencia un lavado de cara. El edificio tiene maderas y ornamentos rotos, muros cuarteados, plantas que crecen descontroladas -tanto por los lados como por encima del techo- sin ningún mantenimiento y algún grafito. El exterior del monumento mujer una imagen de mucha dejadez.
Vigilancia nocturna en los dos edificios
A lo largo de los últimos años, diferentes espacios de la Ciutadella han sufrido actas de vandalismo. Ahora, la intención del gobierno de Collboni es poner vigilancia nocturna, tanto al Invernadero como el Umbráculo. En este momento, el contrato se está licitando en tres lotes, puesto que también incluirá vigilancia por otros espacios verdes de la ciudad los festivos y los fines de semana. La oferta pública ha salido a licitación por algo más de 704.000 euros sin IVA, a pesar de que el valor del contrato es de unos 1,5 millones por dos años.
