Los peatones que hayan paseado en las últimas semanas por la entrada de los jardines del Palacio de Pedralbes habrán comprobado que buena parte de la acera está precintada. Unas vallas bloquean el paso a la zona de césped, donde se acumula una cantidad importante de arena distribuida en grandes pilones. En medio de estas montañas se levantan camuflados entre tabiques de corcho un conjunto de seis monolitos, de los cuales solo es visible en estos momentos la parte superior de las estructuras. Esta es la medida que se ha adoptado para proteger estas piezas, obra del reconocido artista Lluís Lleó, mientras se llevan a cabo las obras de ampliación de la red de agua freática de la capital catalana.

Los trabajos municipales se iniciaron a mediados del pasado mes de agosto en diferentes puntos de la ciudad con el objetivo de mejorar el sistema de riego con agua freática, aumentando de este modo en 21 hectáreas las zonas verdes barcelonesas regadas mediante esta red. Todo ello, tendría que servir para reducir el consumo de agua potable para el riego en cerca de 115.000 m³ anuales. En el caso de la avenida Diagonal, las tareas prevén la construcción de una cañería por debajo de esta arteria, desde el Palau Reial hasta la Zona Universitaria. Esta intervención permitirá cubrir el consumo de esta zona verde a través del depósito ubicado en este extremo de la Diagonal y también se aprovechará la actuación para conectar a la red de agua freática las fuentes ornamentales del Palau Reial, segregando las fuentes de beber para dotarlas de un sistema de agua potable independiente.

De Park Avenue a Barcelona
Las obras han provocado como daño colateral el blindaje de estos grandes monolitos, que el mismo autor definió como «pinturas sobre piedra», puesto que los bloques de roca arenosa esculpidos en forma de lienzo tienen franjas de color tanto en el anverso como en el reverso. Bautizada con el nombre de
El convenio con el Ayuntamiento de Barcelona contemplaba la cesión de estos monolitos -que miden casi cuatro metros de altura y pesan unos 3.000 kilos cada uno– durante cuatro años, que se han acabado prorrogando al menos dos más. En este tiempo, el consistorio se ha encargado de la conservación y el mantenimiento de las piezas, tres de las cuales son propiedad del mismo artista y tres más de la Colección Banc Sabadell.

La joya rosa del paseo de Gracia
La obra de Lleó forma parte de numerosas colecciones internacionales, como la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), Morgan Library (Nueva York), el Nagoya Arte Museum (Japón), el Pérez Art Museum (Miami), la Colección ‘la Caixa’ de Arte Contemporáneo y la Colección Banc Sabadell, entre otros, así como coleccionas particulares.
En Barcelona, más allá de los monolitos de la Diagonal, el artista tiene otra obra en el espacio público: una escultura de piedra de tres metros de altura y ocho toneladas de peso culminada con una pintura rosa lampante que se instaló el pasado mes de junio en el cruce del paseo de Gracia con la Diagonal para conmemorar los 200 años de historia del primero. Está previsto que la pieza -llamada
