Barcelona tiene unos setenta campos de fútbol municipales -sin contar los de propiedad privada de clubes más grandes-, pero no todos se encuentran en buenas condiciones. El tiempo y los constantes partidos han perjudicado el césped artificial de muchos de ellos que ahora se encuentran en unas condiciones no del todo óptimas para jugar. Es por eso que el ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Barcelona Deportes (IBE), ha decidido invertir en estas instalaciones por mejorar la situación. Con una iniciativa a gran escala, la administración ha decidido gastarse 1,6 millones de euros por la renovación del césped del Centro Deportivo Municipal (CEM) Can Caralleu, en el distrito de Sarriá y los Campos Municipales de Fútbol (CMF) Maresme, La Guineueta y Turó de la Peira, en Nou Barris.
Tal como ha explicado el consistorio este lunes en un comunicado, está previsto que las obras se lleven a cabo «entre finales de junio y medios de septiembre», con una duración aproximada de tres meses. A pesar de que hace falta una renovación de los campos, el ayuntamiento también se ha comprometido a no saltarse ninguna normativa europea. De este modo, las renovaciones dan respuesta a inspecciones del terreno bajo la base de apoyo del césped, que se sustituirá con uno que cumple con la normativa europea del uso de microplásticos (Reglamento UE 2023/2055, sobre el uso de polímeros añadidos intencionadamente), que entrará en vigor en 2030.

Más de una docena de campos renovados
Las actuaciones se suman a 12 campos de fútbol que ya han sido renovados, algunos de ellos incluso se ha conseguido mejorar las instalaciones no solo el terreno de juego. La inversión total ha estado de 5,1 millones de euros y próximamente también está prevista la renovación de los campos de fútbol de Torrent del Bosque y del Clot de la Miel. Con todo, pues, el ayuntamiento barcelonés busca mejorar los espacios de juego públicos de la capital catalana con un terreno más cuidado que pueda servir de goce por jugadores y aficionados.



