Barcelona ha vuelto a vivir una noche tórrida de récord. Entre el martes y la madrugada de este miércoles, el termómetro del Observatorio Fabra ha registrado una temperatura mínima de 29,4 grados, una cifra que si no baja en ningún momento antes de acabar la jornada se convertirá en la más elevada detectada nunca desde el 1914, cuando las emblemáticas instalaciones barcelonesas empezaron a recoger datos.
Así lo ha confirmado este miércoles por la mañana el meteorólogo del Observatorio Fabra, Alfons Puertas, que ha precisado que durante la madrugada los termómetros han marcado en muchos momentos 32 grados. De hecho, a las siete y media de la mañana, la temperatura era de 31,7 grados.
Todo ello ha venido acompañado de una peculiar salida del sol este miércoles, donde el astro se ha podido ver sustancialmente deformado a causa de la inversión térmica, que precisamente favorece estas altas temperaturas a cotas más elevadas del plan de Barcelona. Puertas ha compartido algunas imágenes de este espectacular amanecer.

Un récord imbatido desde el 1945
Hay que recordar que Barcelona ya superó el pasado mas de abril un récord histórico que llevaba 78 años imbatido. Hasta este mes de abril del 2023, temperatura máxima absoluta registrada durante este periodo al Observatorio Fabra se situaba en los 27,2 grados que se lograron el año 1945. Aun así, el 12 de abril de este año, los termómetros de las emblemáticas instalaciones de la capital catalana marcaron hasta una máxima de 27,5 grados.
Desde el 1914, nunca se había logrado una temperatura similar durante el mes de abril. Solo los días 20 y 21 de abril del 1945 se acercan a la cifra que marcaron los termómetros el 12 de abril del 2023, cuando se registraron temperaturas de 26,9 y 27,2 grados, respectivamente.