La policía española ha acabado con una organización que traficaba con personas de diferentes países de Europa en Barcelona. Siete personas han quedado detenidas acusadas de delitos de tráfico de personas, falsedad documental y pertenencia a organización criminal. Las víctimas de esta organización eran ciudadanos extranjeros de terceros países, a quién los cobraban grandes cantidades de dinero (entre 10.000 y 12.000 euros) para garantizar el traslado y entrada en Barcelona. Estas personas ponían en riesgo su vida, puesto que el traslado se hacía en unas condiciones totalmente deficientes.
¿Quién eran las víctimas?
Sobre todo buscaban extranjeros en situaciones irregulares. Antes de llegar al Estado español salían de su país de origen con uno o dos meses de antelación y cercaban por diferentes países de la Unión Europea hasta que se reunían con la organización para hacer el viaje final hasta el Estado.
El viaje se hacía en furgonetas sin ventanas y amontonados. Unas condiciones que segundos ha explicado la policía española eran nulas desde el punto de visto higiénico y sanitario y no disponían de ningún alimento durante los largos viajes. A estas personas no se los permitía salir de la furgoneta y tenían que hacer las necesidades en bolsas y botellas de plástico.
La organización incomunicaba las víctimas una vez empezaba el trayecto, puesto que se los desposeía de los teléfonos y la documentación, un hecho que permitía tener -los controlados. Cuando se acababa el viaje, la organización recibía los extranjeros y los custodiaban en pisos de seguridad hasta obtener el pago.
Una vez finalizada el trayecto, los encargados de la organización en el estado recibían los extranjeros y los dejaban custodiados en pisos de seguridad hasta obtener el pago completo del trayecto. Para trasladar las víctimas usaban hasta ocho furgonetas.
En solo uno de los viajes se han identificado 17 víctimas a quienes se los está tramitando una infracción de la ley de extranjería.
