Barcelona ya tiene lista la red de refugios climáticos para este verano, que por “primera vez” llegará a todos los barrios de la ciudad. Este año, la capital catalana dispondrá de más de 400 espacios, tanto interiores como exteriores, que servirán a los barceloneses para protegerse de las altas temperaturas. Hay 46 más que el año pasado, según explicaron este miércoles por la mañana la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, y la concejala de Salud, Marta Villanueva. Sobre todo se produce un salto importante en agosto, cuando la ciudad funciona con servicios mínimos y es difícil encontrar equipamientos abiertos. El Ayuntamiento añade 17 nuevos refugios entre semana durante todo agosto, que subirán a 21 los fines de semana.
El consistorio también ha destacado que hay una “mejora de la cobertura territorial”, ya que, además de proveer de refugios climáticos a todos los barrios, este año se garantiza que más del 90% de los barceloneses tengan uno a menos de 10 minutos de casa caminando durante todo el verano, que en el calendario municipal es del 15 de junio al 15 de septiembre. Esta cobertura oscila entre el 99,1% que se alcanza los días entre semana de junio y septiembre y el 90,9% de los fines de semana de agosto, que es cuando menos equipamientos hay disponibles. Si se reduce el radio de acción a 5 minutos caminando desde casa, la cobertura territorial baja al 73,6% y al 48,4%, respectivamente.
Mejoras de los equipamientos
Este año el proyecto de refugios climáticos se ha centrado también en mejorar la oferta y cobertura de equipamientos en los barrios con más vulnerabilidad ante el calor, según ha explicado Laia Bonet. Según define el mapa de vulnerabilidad del Plan Clima, en total 33 barrios se ven más afectados por el calor, y donde la red de equipamientos ha aumentado con 26 nuevos refugios.
Por primera vez, se desplegarán personas informadoras a pie de calle en barrios con mayor vulnerabilidad, que se centrarán especialmente en las personas mayores y sobre todo durante las primeras semanas de verano, para darles a conocer los refugios climáticos que tienen en su barrio. Por otro lado, el Ayuntamiento “continúa trabajando” para incluir nuevos espacios privados y también microrefugios, espacios de proximidad que permiten ampliar los horarios de acuerdo con las necesidades de la población.