La Guardia Urbana de Barcelona afirma que cada día diez personas intentan sacarse la vida en la capital catalana. Estas son datos que los agentes del cuerpo policial barcelonés recogieron durante el año pasado. De hecho, tal como han explicado hoy en unas jornadas para abordar el suicidio y las enfermedades mentales desde una perspectiva policial, el 2022 atendieron 3.556 casos de tentativa de suicidio, una cifra bastante más elevada que la que se registró el 2021.
En estas jornadas, el portavoz de la Guardia Urbana de Barcelona, Jordi Oliveras, ha querido poner mucho de énfasis en el trabajo que hacen los agentes de la policía barcelonesa en la atención y detección de este tipo de casos. De hecho, Oliveras afirma que «son los únicos que atienen las tentativas de suicidio de Barcelona». Durante estas jornadas, la policía barcelonesa ha presentado el nuevo Protocolo de Prevención de Suicidio donde se abordan, entre otras cuestiones, las situaciones de riesgo. «La prevención del suicidio es una prioridad de los cuerpos policiales, tanto desde la perspectiva interna de protección de nuestro colectivo como desde el abordaje de una realidad muy presente a nuestra sociedad», afirman.
Según datos que presenta la policía, uno de los factores de riesgo que puede provocar el suicidio que más ha aumentado en los últimos años es la violencia machista. De hecho, casi una cuarta parte de las mujeres que sufrieron violencia machista durante el 2022, según datos recopilados por organizaciones oficiales, intentaron suicidarse.
Durante las jornadas, varios testigos y ponentes especializados del ámbito policial, sanitario, preventivo y asistencial han debatido sobre la prevención y la intervención en casos de intento de suicidio, y han hablado también sobre las «enfermedades mentales y como abordarlas».
Los criterios de actuación
Según explicó hace poco más de un mes Lluís López, miembro de los Bomberos de Barcelona, en una jornada enfocada en la prevención del suicidio organizada por la UGT, actualmente el protocolo ante un caso de tentativa de suicidio se basa solo en un criterio de accesibilidad: el primero que llega o quien puede tener más contacto con el afectado es quien realiza esta mediación, independiente de los conocimientos o de la formación especifica que tenga en el tema. Sin embargo, más de 3.000 agentes de la policía barcelonesa han recibido una formación específica en los últimos años para hacer frente a estos casos.
