La Escola del Mar renacerá de sus cenizas un siglo después. Este emblemático centro educativo que hasta el año 1938 se erigió en la playa dels Pescadors de Barcelona y que fue destruido durante un bombardeo de las tropas fascistas italianas volverá a ponerse de pie muy cerca de su ubicación original. Así lo ha asegurado este viernes la alcaldesa Ada Colau, que ha detallado que la previsión es que la reconstrucción del edificio -que no tendrá un uso pedagógico– pueda estar terminada de cara a la bienal ‘Manifesta’, que se celebrará el 2024 en la ciudad.
La alcaldesa ha explicado este proyecto en un acto con estudiantes participantes en el concurso ‘Las escuelas dibujan la ciudad’ y promovido por la nueva Escola del Mar, un equipamiento ubicado en el Guinardó y uno de los centros educativos herederos del reconocido proyecto pedagógico impulsado en aquellas instalaciones construidas a pie de playa. A pesar de mostrarse decidida a impulsar «un proyecto bonito con estudiantes de arquitectura y el apoyo del nieto del arquitecto que hizo el primer edificio«, Colau ha reconocido que se trata de una iniciativa complicada.
«No se trata solo de recuperar el patrimonio, sino que es una demostración de amor hacia todas las escuelas de la ciudad», ha señalado la líder de Barcelona En Comú, que ha remarcado que el gobierno municipal no quiere renunciar a reconstruir «aquello que el fascismo y las bombas destruyeron». En este sentido, Colau ha recordado que la antigua Escola del Mar se fundó el año 1921, durante la República, y que resistió hasta el 7 de enero de 1938 cuando la aviación fascista la bombardeó, provocando un gran incendio en el edificio de madera que albergaba el centro educativo.
Diferentes posibles ubicaciones
Sobre la ubicación concreta del nuevo equipamiento, el teniente de alcaldía de Cultura y Ciencia al Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, ha detallado que se están acabando de hacer estudios para ver cuál sería el mejor emplazamiento, puesto que el anterior estaba apoyado sobre la playa, una opción que actualmente «sería complicada» a causa de las «condiciones climatológicas» y «el estado del mar». Uno de los espacios donde podría erigirse sería el espigón final de la calle de la Marina, pero también se está valorando si sería un buen lugar el final de la rambla del Poblenou. «Los técnicos lo están acabando de articular para encontrar la mejor opción, que tenga la suficiente centralidad».