La Ayuntamiento de Barcelona ha puesto manos a la obra y ha decidido prohibir la apertura de nuevas tiendas cannàbiques, de carcasas o móviles y de manicura en Ciutat Vella. Estos tres negocios se han multiplicado en los últimos años, motivo por el cual el consistorio ha decidido suspender las licencias durante un año -prorrogable a un más- y evitar el «monocultivo comercial enfocado al turismo». En este tiempo, el Ayuntamiento se propone crear un plan para enderezar los comercios al distrito. En esta normativa que publicarán de aquí en un año constará el número de tiendas que puede tener el distrito y el tipo.
Estos negocios han proliferado en toda la ciudad, pero especialmente en Ciutat Vella. Por eso, el Ayuntamiento los ha dedicado un epígrafe a la ordenanza municipal que regula los usos comerciales al distrito, puesto que hasta ahora estas actividades se guarecían bajo los epígrafes genéricos de floristería, herboristería, parafarmacia, pitillos electrónicos, perfumerías, tiendas de telefonía móvil y accesorios, peluquería y otros tratamientos de belleza.
El consistorio considera que si continúan abriendo este tipo de tiendas los barceloneses que viven al distrito no tendrán comercios necesarios para el día a día a los cuales recorrer diariamente. Se trata de tiendas conocidas como

Prohibición de abrir nuevos negocios en la Rambla
A banda, la ordenanza también incluye una prohibición temporal de abrir nuevos negocios en la Rambla, la arteria barcelonesa que está inmersa en una transformación. Así el Ayuntamiento pretende «proteger la calidad y la diversificación de la oferta comercial» mientras se transforma esta icónica calle para adaptarlo a las necesidades actuales. «La nueva medida profundiza en la limitación de nuevas aperturas comerciales de todo tipos para proteger la calidad y la diversificación de la oferta comercial y persigue el objetivo de modular la actividad económica en un paseo que afronta una reforma urbanística de calado», apuntan fuentes del Ayuntamiento.