Mejorar la movilidad sostenible en la ciudad en un entorno real. Es el objetivo de una prueba piloto que realizará Barcelona durante los próximos meses en el marco de una iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona, la Fundación BIT Hàbitat y Fira de Barcelona. El 85% del ruido que se genera en Barcelona procede de la movilidad, y de ahí surge una convocatoria internacional con el fin de reducir la contaminación acústica, que ya tiene proyectos ganadores. Ambos obtienen datos de movilidad y de contaminación acústica derivada del tráfico a partir de la identificación del origen de las señales sonoras con el uso de herramientas como la inteligencia artificial o el Big data. Con la obtención de estos datos, se pueden localizar los puntos con mayor contaminación acústica o qué tipo de vehículos son los más ruidosos, entre otras cuestiones, lo que permitirá implementar medidas para su mitigación.
Sensores, cámaras e IA
El primer proyecto ganador es de la empresa holandesa Sorama BV y tiene como objetivo reducir la contaminación acústica urbana mediante soluciones combinadas, con el sistema Loud Vehicle Detection que utiliza cámaras acústicas e inteligencia artificial para detectar, localizar e identificar vehículos que superen el umbral de ruido establecido. El sistema recoge datos en tiempo real y los muestra en paneles LED para fomentar un cambio de comportamiento.

Traffic-Noise, de las españolas Bettair y Trafficnow, es el segundo sistema elegido para las pruebas piloto. Ofrece una plataforma integrada que analiza y correlaciona en tiempo real el ruido y el tráfico urbano, combinando sensores acústicos de alta precisión, sistemas de visión artificial avanzada y algoritmos predictivos impulsados por inteligencia artificial. La solución identifica las fuentes de ruido, anticipa eventos críticos y ayuda a evaluar el impacto de las políticas de movilidad sostenible para mejorar la planificación urbana.
Las pruebas piloto comenzarán a aplicarse a partir del cuarto trimestre de 2025 y tienen una duración prevista de un año y medio. Cada proyecto recibirá 100.000 euros de financiación, que representa cerca de un 70% del total. Este proyecto se enmarca en la iniciativa Barcelona Innova LAB Mobility. Es el cuarto reto de movilidad sostenible del proyecto y se suma así a las pruebas piloto centradas en mejorar la seguridad en la circulación de las motocicletas, las de optimizar la circulación en el carril bus y la información en sus paradas. También se ha trabajado la distribución de mercancías urbanas, cuyo concurso se resolverá este otoño.