No tiene la envergadura de la Queens League ni la Kings League, pero el centro de la Queer’s League también es el fútbol y las personas que disfrutan jugando. La Queer’s League es noticia porque este domingo 8 de octubre celebra su primer torneo en el Colegio Scala Dei —distrito de Horta-Guinardó—. Lo organiza el equipo de fútbol Dracs Barcelona y participan cuatro equipos más de Barcelona: Panteres Grogues, Fénix FC, Mario Sport y Futbolleras. Tal como explica al TOT Barcelona uno de los integrantes de Dracs Barcelona, Lucas González, el objetivo de la Queer’s League es romper con la segmentación que a veces hay al deporte y unir a diferentes partes del colectivo LGTBIQ+. «Con este torneo esperamos crear un primer contacto con estos equipos LGTBIQ+ para organizar más acontecimientos juntos. Quizás podría ser el primer paso para acabar organizando una liga queer», indica.
Más allá del fútbol
Por su parte, la coordinadora de la sección de fútbol femenino de Panteres Grogues, Marta Cañizares, señala al TOT que la importancia de este torneo va mucho más allá del fútbol. Por una parte, porque ofrece un espacio de encuentro y diálogo entre equipos LGTBIQ+. Por la otra, porque da visibilidad a una faceta del fútbol poco visible y alejada de la masculinizada que suele a ser titular en los medios de comunicación. «Es importante que se dé visibilidad a personas LGTBIQ+ haciendo deporte, ya que en algunas ocasiones en la sociedad no hay cabida para personas que no encajan con los roles convencionales», dice.

Cañizares también destaca que la Queer’s League quiere crear un espacio seguro donde jugar a fútbol. En este sentido, también habla González, que recuerda que el torneo da un espacio a personas que se podrían haber alejado del deporte por situaciones LGTBI-fóbicas o por la competitividad que reina en muchos ambientes deportivos. «De este modo no disfrutas el deporte», insiste.