El teniente de alcaldía de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, espera que la ciudad pueda contar con 500 nuevas cámaras de videovigilancia en los «próximos meses», y ha anunciado que la intención del Ayuntamiento de la capital catalana es instalarlas en puntos conflictivos de la ciudad y también en ejes comerciales. Así lo ha asegurado en un diálogo con Barcelona Oberta para hablar de la seguridad en la ciudad, donde Batlle ha recordado que antes de instalar todos estos dispositivos se debe contar con la autorización de la Comisión de Control de Dispositivos de Videovigilancia (CCDVC), que preside la presidencia del TSJC.
Batlle ha remarcado que el consistorio está «insistiendo» para obtener la autorización del CCDVC para instalar más dispositivos de videovigilancia, y espera que en los próximos meses ya se cuente con el instrumento. Una vez se cuente con la autorización esta afectará a un primer paquete del total de 500 cámaras nuevas que el consistorio quiere instalar durante este mandato y que podrían ir, en parte, en núcleos comerciales. «Necesitamos más cámaras, por supuesto», ha manifestado Batlle en respuesta a la petición de Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta.
Jené ha reclamado más cámaras en ejes comerciales y mayor presencia policial uniformada en las calles, porque «creemos que se debe aumentar la presencia policial en la ciudad y las cámaras de videovigilancia para disuadir los hurtos y aumentar la seguridad». El teniente de seguridad del Ayuntamiento ha remarcado que en el mandato anterior ya se tuvieron conversaciones con la Asociación de Amigos del paseo de Gràcia, que ya dispone de cámaras, y en el mandato actual se está manteniendo diálogo con los núcleos comerciales para instalarlas cuando se cuente con la autorización pertinente.

Niza tiene más videovigilancia que Barcelona
Jené ha recordado que una ciudad como Niza, que tiene unos 300.000 habitantes, cuenta con mil cámaras de seguridad en la calle, mientras que Londres «más de un millón». Por eso considera insuficientes las 163 de Barcelona cuando conviven más de millón y medio de personas. La legislación establece que estas cámaras de seguridad no deben permitir el reconocimiento facial y que el uso debe estar regulado por la Comisión que preside el TSJC. Además, se obliga a reportar informes anuales sobre la conveniencia de la videovigilancia en las ciudades para renovar el permiso.
Barcelona aspira a «más seguridad»
Durante el acto, Albert Batlle ha manifestado que Barcelona aspira «a la mayor seguridad», pero, aun así, ha querido subrayar que no existe una «gran delincuencia» y que lo que hay son «pequeños hurtos y multirreincidentes». Además, ha destacado que la colaboración de los cuerpos policiales y las medidas judiciales, con más juzgados contra la reincidencia, deben provocar un «un punto de inflexión» para poner freno a este tipo de delincuencia. «El mundo económico quiere seguridad para atraer inversores», ha dicho Batlle, que ha defendido que se está en el «buen camino» para poder revertir la delincuencia en la ciudad.