El precio del alquiler en Barcelona no es solo un problema para la vivienda, sino que los negocios también están en un momento muy tenso. Desde que los precios no paran de subir, aquellas personas que quieren abrir un negocio deben pasar inevitablemente por una negociación poco justa con los propietarios. Es por eso que el Ayuntamiento de Barcelona pedirá a la Generalitat y al gobierno español que regulen los alquileres de los locales comerciales, después de que la Comisión de Economía y Hacienda haya aprobado este miércoles una propuesta de ERC en este sentido. La iniciativa de los republicanos ha tenido los votos favorables de PSC y comunes, la abstención de JxCat y los votos en contra de PP y Vox.
El concejal republicano Jordi Castellana ha subrayado la necesidad de una regulación de este tipo ante “el incremento desmesurado” de precios en la ciudad que “está forzando el cierre de negocios de proximidad”. Castellana ha admitido que un control de rentas puede “generar dudas” pero ha defendido que también puede comportar “beneficios” como preservar el comercio local, evitar la gentrificación o fomentar el emprendimiento comercial. En este sentido, para los republicanos esta medida ayudaría a aliviar la presión de los inquilinos, que en muchos casos bajan la persiana por este motivo.

Proteger el comercio de barrio
La propuesta de ERC busca, a su parecer, el comercio de barrio “ante la presión inmobiliaria y la expansión de franquicias” que sustituyen tiendas tradicionales en sectores como las heladerías, las tiendas de recuerdos u otros negocios. Para poner las cifras sobre la mesa, los republicanos han confirmado que se pueden llegar a pagar alquileres de hasta 15.000 euros mensuales por un local en el centro de la ciudad, una situación que deja completamente fuera a todos aquellos negocios de pequeños propietarios y ayuda a la proliferación de las multinacionales. Según Castellana, la llegada de grandes grupos internacionales con capacidad financiera elevada acaba “expulsando” al comerciante de la ciudad.
