Barcelona ha sumado este viernes una nueva voz a favor de la Bressola, la red de escuelas privadas en catalán del norte de Cataluña. Las administraciones francesas han reducido las subvenciones y la asociación atraviesa una situación económica muy delicada. El Pleno de Barcelona ha aprobado, con los votos favorables de todos los grupos excepto el PP y Vox, una declaración institucional que reconoce «la importante labor que, desde hace casi cincuenta años, lleva a cabo La Bressola en la recuperación lingüística del catalán y de la cultura catalana en el norte de Cataluña, hoy administrada por el Estado francés» y que solicita garantías para que el proyecto catalán pueda continuar en el norte de Cataluña.
Con esta acción, Barcelona pide a las autoridades y administraciones norte-catalanas que atiendan «adecuadamente y de forma inmediata» las demandas de la Bressola para «garantizar» la sostenibilidad del proyecto y la «viabilidad de su modelo pedagógico». También expresa la necesidad de fomentar «el crecimiento y la consolidación futura» de la Bressola. El texto aprobado destaca el «compromiso» de la ciudad «con la defensa y la promoción del catalán» en cualquiera de los territorios donde se habla justo en un momento de «emergencia lingüística, de retroceso en el uso social y de minorización». «Es necesario defender el catalán como lengua curricular y de aprendizaje en la escuela, y la inmersión lingüística como herramienta de cohesión y promoción social», apunta el texto presentado por ERC y validado por el Pleno.

Ayudas de diferentes entidades
En la declaración, el pleno expresa su gratitud por el «apoyo que ha recibido La Bressola por parte de instituciones, sociedad civil y particulares de todos los territorios». Entre otros, destaca la ayuda de Òmnium Cultural, que ha recaudado 50.500 euros para evitar su cierre. En una visita institucional al norte de Cataluña, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, también anunció que donará 800.000 euros para mitigar la situación.
El estado francés y algunos ayuntamientos del norte de Cataluña han estancado o reducido las subvenciones desde 2010, un hecho que se suma a la inflación y al aumento de sueldos del personal. Todo esto ha debilitado la salud de la Bressola hasta el punto de que los responsables advierten que se necesita un cambio de rumbo si no se quiere acabar con la escuela catalana de la región. La Bressola tiene diez centros privados en el norte de Cataluña y acoge a unos 1.100 alumnos.
Este viernes, la vicepresidenta y la secretaria de Amics de la Bressola, Elisenda Puig y Montse Higueras, estuvieron en el Ayuntamiento para presenciar el pleno desde la tribuna. Conversaron con la líder republicana, Elisenda Alamany, y el concejal de Educación de Barcelona, Lluís Rabell. A la salida del pleno también se encontraron con los concejales Castellana, Rodríguez y González, de ERC, Junts y BComú.