Ha vuelto a pasar. En los últimos días, Barcelona ha acumulado varias noches tórridas. Según la información facilitada por el meteorólogo del Observatorio Fabra, Alfons Puertas, la madrugada de domingo a lunes los barceloneses tuvieron que dormir a una temperatura récord de 27,9 grados, una de las más altas que se han detectado desde el 1914, cuando el Observatorio empezó a recoger datos.
Esta situación se volvió a repetir la pasada madrugada, cuando, según el Servicio Meteorológico de Catalunya (Meteocat), la temperatura no bajó de los 27,4 °C en el barrio del Raval. El termómetro llegó a su punto álgido alrededor de las 00 horas, cuando marcó 29,4 °C en El Raval. La humedad era del 60%. Según el Meteocat, este martes se espera un tiempo muy parecido al de este lunes con temperaturas muy altas a mediodía.
El plan Alfa
El cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat de Catalunya activaron este lunes en la capital catalana el nivel 2 —peligro alto o muy alto— del plan Alfa de vigilancia, prevención y control de actividades de riesgo, ante las situaciones de peligro de incendio forestal que se pudieran producir. Según detalló el Departamento de Interior, mientras se mantenga activo este nivel de alerta, están reguladas o suspendidas la mayoría de las actividades que pueden tener riesgo de incendio. Entre las actividades restringidas se encuentra la quema de restos vegetales, la realización de fuegos de recreo o la utilización de fogones de gas a menos de 500 metros de terreno forestal. Tampoco está permitida la pirotecnia, los castillos de fuegos o las barbacoas.
Ante esta situación, los Bomberos de Barcelona han intensificado los controles y la vigilancia en los accesos a la Sierra de Collserola. Así lo explicó este lunes en unas declaraciones recogidas por la ACN el jefe de divulgación del cuerpo de Bombers, Gerard Prades, que detalló que se preveían condiciones de humedad, viento y temperatura “desfavorables” y que, en caso de iniciarse un fuego, supondrían “un riesgo elevado”.
