Barcelona está perdiendo oferta de comida sin gluten a un ritmo vertiginoso. La capital catalana se está viendo afectada por el aumento del coste de vida y la inflación que afecta a los alimentos, y los establecimientos que trabajan con comida sin gluten están sufriendo especialmente las consecuencias. Algunos de ellos no han podido resistir esta subida de costes y han tenido que bajar la persiana, mientras que otros intentan sobrevivir reduciendo la carta o cambiando los productos por unos de menor calidad. Inevitablemente también están subiendo los precios para los clientes, los consumidores finales que tienen que aportar más de sus bolsillos y que en muchos casos han tenido que reducir el número de comidas o cenas fuera de casa.
En el caso de los celíacos, encontrar restaurantes donde poder comer sin riesgos y con seguridad es en muchas ocasiones una odisea. Con esta subida de costes todavía lo es más y se los reducen las posibilidades. Ester Roca, responsable de restauración de la Asociación de Celíacos de Cataluña, señala que en el proceso de renovación de las acreditaciones que la entidad da a los restaurantes sin gluten cada año se han dado cuenta del gran aumento de precios. “Como consecuencia, en muchos casos han tenido que reducir la carta, lo que supone que los celíacos ahora tienen menos opciones y variedad de comer”, lamenta.
Es el caso, por ejemplo, de las panaderías sin gluten, que trabajan con una harina especial el precio de la cual se ha disparado. Esto ha hecho que la mayoría hayan reducido las opciones, hayan cambiado los productos o incluso hayan traspasado el negocio a causa de la inflación insostenible.

Una food truck sin gluten, parada por los precios “exagerados”
Estas dificultades se han trasladado incluso a los negocios más exitosos. Es el caso de la Caravan Racer, una food truck que hasta ahora había sido 100% sin gluten. Montse, su propietaria, explica al TODO Barcelona la historia de un negocio que ha tenido que cambiar completamente para poder superar este aumento de costes. “Tenemos varias food truck y una de ellas estaba especializada en sin gluten y acreditada por la asociación. Este año no lo he renovado”, explica.
Cuando pensó en poner este negocio se dio cuenta de que no podía hacer comida sin gluten y con gluten en un espacio tan pequeño, por lo cual optó para hacerlo todo sin gluten y evitar la contaminación cruzada. Ahora, pero, ha tenido que plegar. “Con el aumento de gastos y el coste del producto he tenido que dejarlo estar, la tengo parada”, señala.
La propietaria de esta food truck detalla los productos que más han subido de precio: “El azúcar ha subido un 50%, la harina un 40%, la mantequilla un 42% y las bombonas de gas que antes costaban 12 euros ahora ya llegan a 20”. En estas circunstancias, explica, “no se puede mantener el negocio”, porque para hacerlo tendría que incrementar mucho el precio final que paga el cliente. “Prefiero tener la sin gluten cerrada a no ser que me la pidan por un servicio privado”, concluye.

Cambiar de carta tres veces en un año
En el caso del restaurante Il Piccolo Focone, especializado al comida sin gluten desde hace casi 15 años, los propietarios no se han planteado nunca dejar de trabajar el sin gluten, pero sí que han tenido que adoptar medidas para contener los gastos. Por ejemplo, han tenido que adaptar la carta hasta tres veces en un año porque los precios no han parado de subir en ningún momento. “No queremos trasladarlo todo al cliente, por eso hemos tenido que buscar opciones”, explica Eloy Caicedo, propietario de Il Piccolo Focone.

En estos cambios de carta a que se han visto obligados han reducido ligeramente las opciones sin gluten y para hacerlo han evaluado los productos que más caros los salían y los que menos pedía la gente. Estos han estado principalmente los que han caído de la carta, que está continúa evolución según los cambios en el mercado. También han buscado proveedores catalanes en vez de llevar ciertos productos desde Italia dado el elevado coste del transporte. Caicedo avanza que durante el próximo mes de marzo volverá a haber un cambio de carta con nuevos platos, a pesar de que subraya la intención de mantener una amplia oferta para celíacos a pesar de haber sido obligados a adaptar los productos para continuar con el negocio.