Las palomas son un problema por la ciudad, reconocido públicamente por el Ayuntamiento de Barcelona. La sobrepoblación de palomas –en estos momentos se calcula que hay cerca de 100.000– amenaza el espacio público, con unos excrementos bastante corrosivos, y también la salud pública. Las estrategias para erradicarlos no han acabado de cuajar y el Ayuntamiento ha puesto en marcha una nueva prueba piloto, en el entorno del Camp Nou, para dispersar de forma rápida nuevos asentamientos. La idea del consistorio es hacer volar halcones, una ave rapaz, en la zona para echar las palomas.
La idea es erradicar nuevos asentamientos en cuestión de solo seis meses. Durante las primeras dos semanas, el ave hará dos vueltas diarias, desde las ocho de la mañana a las cuatro de la tarde. En una segunda fase, el Ayuntamiento reunirá el volumen de vuelos que efectuarán los halcones, a solo tres por semana. Si los resultados son los esperados, en una nueva fase los técnicos se dedicarán a mantener la carencia de asentamientos. La idea es hacerlo primero en el Camp Nou. El Ayuntamiento recuerda, en un comunicado, que las palomas son animales fieles y de poco recorrido, es decir, que hacen vida siempre en un mismo espacio. De aquí la importancia de no dejar que crezcan nuevos asentamientos. La prueba piloto será guiada por un técnico especialista, que controlará los vuelos de los halcones.

Otras medidas
Estas medidas se enmarcan en un conjunto de iniciativas que buscan erradicar el aumento exponencial de palomas en Barcelona. El Ayuntamiento también tiene en marcha campañas de concienciación que buscan reducir el alimento antropológico, aquel que las personas –sobre todo gente mayor y turistas– proporcionan a las palomas. Especialmente icónica es, en este sentido, las imágenes que se generan habitualmente en la plaza de Cataluña.
En todo caso, el problema no ha crecido solo por el entretenimiento de turistas y curiosos, sino también por un conjunto de alimentadores –cerca de 350 según el Ayuntamiento– que proporcionan alimentos de forma diaria. El Ayuntamiento ha empezado a trabajar con algunos de estos alimentadores. Paralelamente, el consistorio también tiene previsto reactivar los tratamientos con nicarbazina, un pienso anticonceptivo que empezó a dar a las palomas en 2017.