Ver el característico depósito rojo de la Montesa Impala por las calles de Barcelona se ha convertido desde hace tres años en una verdadera rara avis. La puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la capital catalana prácticamente desterró a uno de sus vehículos más icónicos, obligando a los propietarios a hacer malabarismos para poder continuar circulando por la ciudad entre semana. El reglamento solo da actualmente una tregua a la moto barcelonesa por excelencia durante las noches, los fines de semana y 24 días al año, gracias a un permiso extraordinario. Estos son los únicos momentos donde las Impala son libres para reclamar el asfalto de la ciudad que las vio nacer en 1962 y convertirse en un verdadero símbolo de la Barcelona moderna de finales de siglo.

La particular condena al ostracismo del modelo más reconocible de la compañía Montesa, sin embargo, podría tener los días contados. Según ha podido saber el TOT Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona está estudiando la posibilidad de otorgar un adulto tanto a la Impala como al resto de vehículos considerados como históricos para que puedan circular por la ZBE sin restricciones a partir del 2024. De hecho, el ejecutivo encabezado por Jaume Collboni tiene sobre la mesa desde el pasado 3 de octubre un ruego presentado por el grupo municipal del PP donde se pide precisamente dejar sin efecto la prohibición que afecta a esta parte del patrimonio automovilístico de la ciudad, recuperando la propuesta que ya se planteó en 2019 sobre un etiquetado especial para los clásicos para que estén exentos de estas limitaciones a la movilidad.

Protección como patrimonio de la ciudad

«La Montesa Impala reúne los requisitos como para poder ser considerada una pieza importante del patrimonio cultural, y, por lo tanto, para ser objeto de las medidas activas y positivas de protección. Entre ellas, la libre circulación por las calles de Barcelona de este modelo de motocicleta», se señala en la petición de los populares. La formación liderada por Daniel Sirera considera, pues, que este tipo de vehículos clásicos tendrían que estar dentro de las excepciones por su «relevancia histórica, significación e importancia como parte del patrimonio cultural» de la capital catalana, un extremo que comparten varios grupos con representación en el plenario.

El líder del grupo municipal del PP Daniel Sirera, participó el pasado mas de abril en un encuentro de coleccionistas de la Montesa Impala / Kike Rincón (Europa Press)
El líder del grupo municipal del PP Daniel Sirera, participó el pasado mas de abril en un encuentro de coleccionistas de la Montesa Impala / Kike Rincón (Europa Press)

En la misma línea se pronuncia la regidora de Trias per Barcelona Francina Vila, que ve flagrante el caso de la moto de Montesa y recuerda que desde Junts ya se presentaron alegaciones en este sentido cuando entró en vigor la ZBE. «La Impala es un vehículo característico del paisaje de Barcelona. No es una moto cualquiera, tiene un valor y se tiene que proteger. La paradoja es que, a pesar de ser todavía funcional, no puede circular. Esto, no tiene ninguna lógica y el tiempo nos está dando la razón», asegura.

Vila cree que se tendría que facilitar que los propietarios de estos clásicos pudieran conservarlos como parte del patrimonio y lamenta que el anterior gobierno municipal apostara por restringir la libre circulación a unas tipologías concretas de vehículos sin contar con el consenso del sector. «Nosotros estamos a favor de la ZBE, pero siempre que se pacten las medidas con los diferentes colectivos y se estudie su impacto. Tal y como está planteada, la medida es más una aproximación ideológica poco adaptada a una realidad de la movilidad en la ciudad donde las motos son una solución y no un problema», remarca la regidora, también haciendo referencia a la ofensiva del consistorio contra los vehículos de dos ruedas.

ERC y los Comuns optan por la prudencia

Menos contundentes se muestran desde el grupo municipal de ERC, que prefiere esperar a contar con una propuesta específica por parte del ejecutivo antes de valorar este posible indulto a los vehículos históricos. En caso de querer sacar adelante esta modificación de la normativa, los republicanos consideran que el PSC estaría una vez más demostrando que está dispuesto a «enmendar su obra de gobierno» con los Comuns, una formación que -a su parecer- habría entregado sus votos para investir a Collboni «a cambio de nada».

En cuanto al sentido de su voto ante una posible consulta en el plenario, la formación de Ernest Maragall no quiere avanzarse, pero sí que insisten en la necesidad de que las administraciones asuman responsabilidades en la lucha contra el cambio climático: «Sabemos que si queremos proteger a los barceloneses y barcelonesas de la contaminación, especialmente a aquellos más vulnerables, las instituciones no pueden hacer recaer el peso de la responsabilidad únicamente sobre la ciudadanía«.

A preguntas del TOT Barcelona, fuentes de Barcelona En Comú aseguran que de momento no tienen constancia de ninguna petición en este sentido y apuntan que ya se posicionarán al respecto en caso de materializarse esta propuesta para modificar el reglamento. Por su parte, el gobierno municipal ha declinado pronunciarse al respecto.

Un cartel avisa a los conductores que entran a la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona en la salida 5 de la Ronda de Arriba

Brisa de aire fresco para un sector tocado

El otorgamiento de este posible indulto a los vehículos históricos permitiría poner remedio a la travesía por el desierto que han vivido en los últimos años muchas agrupaciones de coleccionistas y amantes de clásicos como la Impala. «La puesta en marcha de la ZBE fue una sacudida para el sector. Nosotros sobre todo notamos el cambio con la actividad de los socios, que se fue enfriando con el paso de los meses. Las restricciones te condicionan mucho y sabemos de gente que ha acabado dejando las motos por todo ello», explica Xavier Arenas, presidente del Moto Club Impala.

Arenas lamenta que la prohibición de circulación se tomara desde una perspectiva completamente «política» y sin tener en cuenta ciertas variables como las emisiones reales que hacen estos vehículos históricos o los hábitos de movilidad de los conductores de estos. «La contaminación es directamente proporcional a la capacidad del motor para quemar gasolina, que con estas motos antiguas es limitada, y la mayoría de coleccionistas tienen un vehículo moderno para el día a día. Así que, en cuanto a kilómetros, su uso sería anecdótico«, afirma.

Varios modelos de Impala al taller Underground Motos de Gracia, espec
Varios modelos de motos Montesa, entre ellas la Impala, al taller Underground Motos de Gracia / Jordi Borràs

Más allá de la materialización de la medida, el presidente del Moto Club Impala sobre todo espera que con el cambio gobierno municipal haya un viraje en las formas y la toma de decisiones respecto al anterior mandato. «La Impala es un símbolo, un icono de la ciudad, pero en los últimos años nos hemos sentido desplazados y que no se nos tenía en cuenta. Decisiones como estas se tienen que tomar con el consenso de todas las ramas involucradas», asegura.

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