La llegada a Barcelona de la International Casino Exhibition (ICE), la principal feria del juego, casinos y apuestas, ha enfrentado las dos bandas de la plaza Sant Jaume. La capital catalana acogerá durante tres años, a partir de enero de 2025, el congreso del juego más grande a escala mundial. Los organizadores calculan que el salón puede tener un impacto próximo a los 280 millones de euros, con más de 45.000 congresistas de un centenar de países y unos 600 expositores. No ha sido fácil conseguirlo. De hecho, la candidatura de Barcelona ha tenido que competir con otras ciudades potentes como París, Madrid o Londres, que también querían acogerlo. Pero la decisión del consistorio de postularse como sede no ha estado exenta de polémica.
A pesar de que Constantí Serrallonga, director general de Feria de Barcelona –consorcio que acogerá el congreso–, aseguraba que la llegada del ICE «es una gran noticia para el tejido empresarial del país porque su impacto puede generar grandes oportunidades económicas y tecnológicas», la Generalitat no tardó ni 24 horas a criticar el congreso. «Muy en desacuerdo. Cataluña tiene grandes potencialidades de futuro y hay que tener claro cuáles son los ámbitos que permiten generar mayor bienestar y prosperidad compartida y los que no», señalaba la consejera de economía, Natàlia Mas.
Más contundente todavía ha sido el consejero de Salud, Manel Balcells, que

El Ayuntamiento contradice su propio plan
La feria de casinos también entra en contradicción con la hoja de ruta que había adoptado el mismo Ayuntamiento durante los últimos cuatro años, con el PSC de Jaume Collboni dentro del gobierno municipal. El abril de 2021, el plenario aprueba –con los votos favorables de Comunes, PSC, ERC y Juntos– un plan especial urbanístico que limita la apertura de nuevos locales de juegos y apuestas en Barcelona. No es la única acción municipal destinada a la prevención y erradicación del juego patológico. A inicios del mandato pasado, el ejecutivo impulsó lo
La apuesta por la feria también entra en contradicción con algunos puntos del
Los profesionales piden restringir la publicidad
Por su parte, los profesionales avisan que cada vez hay más jóvenes enganchados al juego. La unidad de juego patológico del Hospital de Bellvitge ha atendido 463 menores de 25 años entre el 2005 y 2022. La directora del programa de adicciones comportamentales y jefa del servicio de psicología clínica del hospital, Susana Jiménez, remarca al TOT Barcelona que la tendencia de los últimos años va al alza. «Antes había más personas enganchadas a juegos no estratégicos [máquinas tragaperras] y ahora cada vez más hay más adictos a las apuestas, sobre todo deportivas, y al juego en línea», explica la doctora.
Jiménez no cree que haya una única causa que explique este aumento entre los jóvenes, sino que existen varios factores de riesgo, como por ejemplo la publicidad. «Cada vez hay más evidencias que cuanto más exposición hay, más gente cae en las adicciones», dice la psicóloga, que ve «fundamental» prohibir la publicidad destinada al juego y las apuestas. Además, Jiménez detalla que la exposición de ciertas marcas «normaliza» el juego y que quien en paga las consecuencias «normalmente son los colectivos vulnerables».

Hacen falta estrategias de minimización de los daños
Susana Jiménez pide «aprovechar cualquier momento para hacer campañas de sensibilización» y pone el énfasis en las escuelas. En Barcelona, la edad de inicio del juego de apuestas son los 14 años, según la última Encuesta Factores de Riesgo en la Escuela Secundaria de la Agencia de Salud Pública de Barcelona. Unas cifras que confirman las sensaciones de la doctora del Hospital de Bellvitge: «Hemos visto que hay niños y adolescentes, todavía sin edad legal para jugar, que ya tienen un interés por el juego. Es más preocupante todavía si generan este interés sin tener la información necesaria».
En este sentido, la doctora confía que la nueva ley que está trabajando el Departamento de Salud dé resultados y que sirva como el empujón que se necesita para estar más cerca de erradicar el juego patológico. Además, Jiménez destaca que Cataluña dispone de once unidades específicas, bastante más de las que hay en otros territorios del Estado, hecho que demuestra «que siempre nos ha preocupado el tema». Con todo, pide «seguir avanzando» para «identificar cuáles son los algoritmos de riesgo y los patrones conductuales» al mismo tiempo que «se limita» la exposición al juego.