La Guardia Urbana de Barcelona, junto con el Departamento de Gestión y Protección de los Animales del Ayuntamiento, ha decomisado un total de 1.533 animales en los últimos 10 años por incumplimientos de la Ordenanza de Protección, Tenencia y Venta de Animales (Optva). Del total de animales decomisados, según ha informado el consistorio en un comunicado, 1.400 son de compañía (perros y gatos), mientras que 133 son fauna de no compañía, y más de 900 son cachorros.
En la mayoría de los casos, se han rescatado animales que se utilizaban para actividades comerciales ilícitas, para la cría ilegal o por acumulación patológica. Por ejemplo, técnicos del departamento y agentes de la Guardia Urbana rescataron este 2024 seis cachorros que se destinaban a actividades comerciales ilegales y de manera irregular en un local de yoga ubicado en la avenida Meridiana de la capital catalana. En total, se han clausurado un total de 10 tiendas.
También, en el año 2023, el Centro de Acogida de Animales de Compañía de Barcelona (CAACB) se hizo cargo del bienestar de más de 200 animales rescatados en una operación policial contra una red criminal de venta ilegal de animales. En total, en esta actuación se acogieron 179 perros y 5 cachorros que nacieron en las instalaciones municipales y 35 gatos.

Protocolo para casos de síndrome de Noé
El protocolo de actuación del Ayuntamiento para la intervención con animales, creado en 2013, se activa a partir de las denuncias recibidas en la Oficina de Protección de los Animales de Barcelona o por la constatación a partir de inspecciones de situaciones de ilegalidad y de riesgo para los animales. En el marco de estas actuaciones, Barcelona activó en 2019 por primera vez en todo el Estado español un protocolo específico de actuación para casos de síndrome de Noé, un trastorno en las personas caracterizado por la acumulación patológica de animales en su casa.
Este protocolo tiene unos baremos para determinar si la tenencia supone un maltrato, basado en la evaluación de los animales y del entorno. Se tiene en cuenta, por ejemplo, la malnutrición, la presencia de enfermedades, la densidad, los alimentos o la higiene. Una vez retirados, los animales se llevan al Centro de Acogida de Animales de Compañía (CAACB), donde son atendidos por el equipo de veterinaria y se trabaja en la restitución de su salud y su socialización, para encontrar una adopción adecuada.