Barcelona se acerca a alcanzar los objetivos de implantación de energías renovables para el año 2027. La capital del país aspira a contar con 381 instalaciones de generación fotovoltaica en 2027, el triple de las que tenía en 2023. Según las proyecciones, si se llega a estos niveles de expansión, la potencia instalada saltará hasta los 19.192 kWh, el equivalente al consumo anual de 10.430 hogares. Con esta capacidad, se podrían llegar a ahorrar 8.600 toneladas de emisiones de dióxido de carbono.
Por ahora, en la ciudad hay unas 268 instalaciones fotovoltaicas de propiedad municipal, con una capacidad cercana a los 11.500 kW, lo mismo que usan unos 6.200 hogares durante un año. Se deben añadir las 54 que están en proceso de construcción, que añadirían más de 2.600 kW al parque actual, ampliándolo hasta los 14.122 kW. Así, el municipio ya tendría operativas cerca del 85% de las instalaciones que aspira a poner en funcionamiento para 2027. Del total del parque general esperado en 2027, 284 instalaciones estarán en cubierta, 68 en espacios públicos y 29 en paredes y medianeras.
Aceleración anual
Al cierre de 2023, cabe decir que todavía se estaba lejos de los objetivos establecidos para dentro de dos cursos completos. Entonces, según los datos municipales, había unas 177 instalaciones, poco más de un tercio de las necesarias cuatro años después. La potencia instalada era aún más lejana, de 5.849 kW, también cerca de un tercio de la meta establecida. En dos años, se han puesto en marcha 91 nuevas instalaciones, y el Ayuntamiento va en camino de duplicar la capacidad de generación. De esta forma, en los próximos dos cursos, Barcelona deberá añadir unos 113 nuevos parques con placas fotovoltaicas, de los cuales 54 están en proceso. Las nuevas instalaciones deberán ser capaces de añadir cerca de 7.600 kWp adicionales para continuar en el camino correcto en la transición verde y energética de la capital del país.
