El pleno del mes de junio ha dado luz verde al nuevo plan especial urbanístico que tiene que regular la implantación de nuevos tanatorios en Barcelona. El hecho más destacable es que los equipamientos funerarios se tendrán que construir alrededor de los cementerios. Según el gobierno de Jaume Collboni, la medida que se ha tomado es que estén a 10 minutos andando de los camposantos.
La normativa ha recibido el visto bueno de todos los grupos municipales y tiene que servir, en un futuro, para evitar polémicas como la que supuso la apertura de un tanatorio en medio del núcleo antiguo de Sants, muy cerca de la estación ferroviaria, entre edificios residenciales y en calles muy estrechas.
Al menos dos salas de velatorio
Las condiciones que establece el plan es que los nuevos tanatorios tendrán que tener también un mínimo de dos salas de velatorio. A su vez, se tendrán que ubicar siempre en suelo calificado de equipamiento –excepto en suelos de carácter metropolitano y suelos destinados a alojamiento dotacional– que tengan acceso desde calles de 12 metros de ancho y acera con una anchura mínima de 2,40 metros, ha informado el Ayuntamiento en una nota de prensa.
Además, los nuevos equipamientos funerarios se tendrán que implantar en edificios dedicados exclusivamente a este uso, en parcelas que tengan una superficie mínima de 800 m² y con una edificabilidad máxima que se establecerá de acuerdo con las reglas generales del Plan General Metropolitano para los suelos de equipamiento, con un techo máximo de 1.600 m². No podrá haber dos tanatorios a una distancia inferior de 300 metros entre sí.
Entre uno y tres por cada cementerio
Según el consistorio, «esta regulación se refiere exclusivamente a equipamientos de velatorio y acondicionamiento de personas difuntas, actividades sin ningún impacto ambiental». Con estas condiciones, la previsión es que la capacidad de los nuevos equipamientos funerarios en la ciudad sea entre uno y tres de nuevos por cada cementerio.
