Este viernes se ha vivido en el Pleno del Ayuntamiento un acontecimiento insólito. Según un comunicado del Ayuntamiento, el Pleno ha aceptado, por primera vez en la historia y por unanimidad, una obra de arte para cobrar un impuesto municipal. Se trata de un espejo modernista, atribuido a Antoni Gaudí y valorado en 60.000 euros. Se usará para pagar la plusvalía municipal de Isabel Ferran Sanahuja, por la herencia de la finca modernista Casa Sayrach, situada al número 423-425 de la avenida Diagonal. Este pago se ha podido hacer gracias a la Ley General Tributaria (arte. 60.2) y la Ley de Patrimonio Cultural Catalán (arte. 58), que permiten el pago de un tributo local mediante bienes integrados en el Patrimonio Cultural Catalán. Antes de que el Pleno haya aprobado esta medida, ha contado con un informe del Departamento de Cultura.

El espejo es de talla estucada y dorada con pan de oro, tiene una medida de 67×69 centímetros y está muy conservado. La idea es que la obra, fabricada en serie a partir de una maqueta o concepto de Gaudí, pase a formar parte de la exposición de algún museo de la ciudad. Se cree que el primer propietario del objeto fue el arquitecto Manuel Sayrach y Carreras, que tuvo relación profesional con Gaudí, según indicó el arquitecto, profesor y director de la Cátedra Gaudí, Juan José Lahuerta.

De la planta principal de la Pedrera

En cuanto a la procedencia de la obra, la tarjeta informativa que lo acompaña indica que viene de la planta principal de la Pedrera y que se ha expuesto en emblemáticos museos como Galerías Nationales lleva Grand Palais de París y al Museo Picasso de Barcelona.

Tal como señala la etiqueta, el marco se hizo en los talleres de la empresa de artes decorativas Hoyos, Esteva y Cia. Se trata de una compañía que tiene tiendas en Barcelona especializadas en la venta de objetos modernistas, algunas de las cuales se encuentran ahora en colecciones públicas de Catalunya y en manos privadas.

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