Barcelona ha abierto las puertas de un nuevo servicio social en la ciudad. Este es la Barnahus un proyecto del Gobierno de la Generalitat destinado principalmente a aquellos menores de edad que han estado víctimas de cualquier tipo de violencia sexual. Se trata de un espacio que reproduce una casa -porque los niños y adolescentes lo reconozcan como un espacio amigable- donde trabaja un equipo multidisciplinario con el objetivo de unificar toda la atención en un único lugar y evitar que se tengan que trasladar a los diferentes espacios, como el juzgado o el centro médico. Se trata de un modelo de centro de atención integral para las víctimas que dispone, entre otros, un circuito cerrado de televisión para grabar el testigo del niño o el adolescente que permite crear una prueba preconstituida. Así, se evita que la víctima tenga que declarar una media de cuatro veces en varios lugares y delante diferentes personas.
Los dos nuevos establecimientos Barnahus de Barcelona disponen de cerca de 700 metros cuadrados de superficie. Además, sus responsables han explicado al ACN que la principal singularidad de estos espacios es que a pesar de presentarse como dos unidades diferenciadas que funcionarán de forma coordinada como un único servicio. Así, dispondrán del doble de personal que el resto de centros desplegados en todo Cataluña. Por ejemplo, tendrán cuatro binomios de psicólogos y cuatro de trabajadores sociales y dos coordinadores. Por otro lado, el diseño de las equipaciones es circular y se ha hecho pensando a crear dos circuitos diferenciados, uno para familias y menores y otro para trabajadores, con puertas de acceso separadas. “Evitan el impacto que puede suponer para una víctima que tiene que acudir a esta unidad cruzarse con policías, personal judicial u otros”, han apuntado. Además, los nuevos Barnahus, ofrecen un amplio patio exterior que tanto los profesionales que trabajan, como los usuarios podrán utilizar. Por ejemplo, se podrán desarrollar reuniones o se usarán para hacer sesiones de terapia con perros.

Cuadruplicar los casos de abusos a menores detectados
Por otro lado, desde el Gobierno aseguran que el modelo Barnahus permitirá cuadruplicar la cifra de casos de abusos a menores detectados en los próximos años a Barcelona. Así lo ha explicado, el consejero de Derechos Sociales, Carles Campuzano, que calcula que podrían aflorar una media de 3.600 casos cada año. El consejero ha destacado “el intenso esfuerzo” que el Gobierno ha llevado a cabo en el último año para poder extender el modelo Barnahus en toda Cataluña y se ha mostrado satisfecho con la “decisión colectiva de afrontar la problemática que suponen los abusos sexuales” y ha asegurado que la puesta en marcha de todos estos servicios permitirá «hacer emerger» muchos más casos.
En este sentido, Campuzano ha recordado que a raíz de la creación del Barnahus de Tarragona, en 2020, la cifra de menores víctimas de violencias sexuales en este territorio se multiplicó por tres. “Desde el punto de vista del sentido común, estos datos pueden llegar a sorprender, pero tenemos que tener en cuenta que en estos momentos, la cola de entrada de expedientes de los dos dispositivos de Barcelona es de 60”, ha comentado. Además, también ha valorado que las violencias sexuales contra menores son una “realidad atroz” que estaba escondida, pero que estaba muy viva en entornos como el escolar, el familiar o el lúdico. «No se estaba detectando de forma adecuada, ni se hacía el acompañante pertinente, ni se castigaba cuando era necesario a través del Código Penal», ha considerado.
El consejero ha reconocido que el aumento de casos detectados podría comportar un crecimiento de los que acaben teniendo consecuencias de orden penal. Por eso, se ha alineado con las peticiones que el departamento de Justicia ha hecho en reiteradas ocasiones de ampliar el número de recursos en esta dirección. “Tenemos un proceso de ralentización de la justicia”, ha apuntado Campuzano, que ha pedido que el Consejo General del Poder Judicial y el ministerio de Justicia den respuesta.